Arequipa tiene tres calles «muertas»
15 de febrero de 2016

Desde octubre pasado, las calles que rodean a la Plaza Mayor, así como sus accesos se convirtieron en peatonales, para hacer sostenible este proyecto la comuna provincial decidió cambiar de sentido en tres vías, que de ser de alto tránsito vehicular, ahora parece que hasta perdieron “vida”.
Durante una exposición técnica sobre el tránsito en la calle Santa Catalina, antes de emprender el proceso de peatonalización de la Plaza Mayor y sus alrededores, precisaron que dicha vía soportaba más de 1600 vehículos por hora. Vieron que era una de las calles más transitadas por las unidades motorizadas, pues siguiendo por La Merced permitía a los taxistas cruzar el Centro Histórico, pero es una de las que menos vida tiene después de la peatonalización de la Plaza Mayor.
Esta situación, en palabras del decano del Colegio de Arquitectos, Alberto Llerena Medina, refleja la falta de criterio técnico a la hora de emprender el proceso de peatonalización, pues en su momento, consideró que primero se debieron concretar las obras civiles y analizar el flujo vehicular en las vías, pues puede que no haya congestión en los alrededores de la Plaza, pero las calles cercanas lucen más saturadas.
Por la calle Santa Catalina, en sus cinco cuadras, el tránsito es mínimo, tanto vehicular como peatonal. En horas de la noche se puede apreciar lo silenciosa en que se convierte, donde la iluminación es deficiente. Antes para favorecer el paso de turistas entre los taxis y unidades particulares se podía apreciar presencia policial, pero en la actualidad no se hacen presentes agentes del orden. De ser una vía de ingreso a la ciudad, ahora es de salida, pero por los trabajos que allí se realizan, los taxistas afirman que no se atreven a conducir en esta zona de la ciudad.
Pero no es la única calle que pierde vida, pues en San Camilo, desde su intersección con Piérola, cambió de sentido desde octubre pasado, de ser de ingreso a las calles céntricas, ahora es de salida, pero son pocos los conductores que utilizan la infraestructura vial, solo permitió que más ambulantes se desplacen por la zona que rodea al mercado del mismo nombre.
San Agustín tiene la misma suerte. De noche es poco iluminada, los peatones se abstienen de caminar su primera cuadra, pues ante la venta de licor en horas del día, cuando se esconde el sol, personas en estado etílico invaden la vía peatonal. Las cuadras siguientes con dirección a la avenida La Marina casi ni soportan tráfico vehicular, inclusive hasta nuestros días no faltan conductores que contrarían su sentido.
EN EVALUACIÓN
Consultado sobre la subutilización de las calles que cambiaron de sentido, el gerente de Transportes, Percy Velarde Rodríguez, expresó que la peatonalización, incluyendo el cambio de sentido de las vías, es perfectible. Reconoció que existe subutilización de las pistas, pero argumenta que uno de los objetivos era reducir el tráfico en el Centro Histórico.
“Uno de los principales objetivos de la peatonalización y el cambio de sentido de vías, fue reducir la carga vehicular que soportaban. Se está cumpliendo con la meta, pero también es necesario evaluar si esa reducción afectó otras vías. Cuando se inició el proyecto se dijo que era perfectible, no es estático, por eso estamos evaluando toda esa situación de subutilización”, aseveró el funcionario municipal.
Hay quienes aseguran que las vías “muertas” solo sirven para estacionamientos vehiculares, para realizar descargas de mercadería en cualquier horario y de aliados de los delincuentes, pues se redujo el tránsito vehicular y también el peatonal.
Antes de aplicar el cambio de sentido y el cierre de tránsito vehicular en la “macromanzana”, las vías de ingreso al Centro Histórico más utilizadas eran Palacio Viejo con una carga que fácilmente superaba los 1300 vehículos por hora, en hora punta. Siglo XX-San José resistía en paso de 960 unidades cada 60 minutos, San Camilo-Consuelo soportaba 998 vehículos por hora, mientras que Jerusalén 910 y San Agustín 895.
Las calles que sirven para abandonar la Arequipa “cuadrada” soportaban hasta 1392 vehículos por hora, desde el cierre de la primera cuadra de San Francisco y el cambio de sentido en Santa Catalina, la situación cambió. Rivero registraba una carga de 1174 unidades por hora punta, mientras que Pizarro 1142 y Puente Bolognesi 933. Con la restricción del transporte y los cambios de sentido, otro es el panorama, porque existen más bien subutilizadas y otras por donde el aforo vehicular se incrementó. Tenemos más calles muertas.
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