Escenificarán Vía Crucis en la Plaza de Armas

Este viernes, a partir de las 18:00 horas en la Plaza de Armas, se realizará el gran Vía Crucis, en el que participarán más de seis mil personas que recrearán la Pasión y la Muerte del Señor Jesucristo, luego que fuera arrestado en el huerto de Getsemaní, después de la traición de Judas.

 

Esta actividad ha sido denominada el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, en el que participarán diferentes instituciones como Cáritas Diocesana, Pastoral de cárceles, Pastoral de enfermos, albergue para niños, asilos, entre otros.

 

Los voluntarios recrearán las 15 estaciones de Jesús, que son los pasajes seguidos por el Hijo de Dios, horas previas a su crucifixión, como la propia condena, cargando la cruz, el encuentro con María, o cuando Verónica le seca el rostro, el consuelo a las mujeres de Jerusalén, cuando es despojado de sus vestiduras, la colocación en la cruz y la última estación, ingresada por el papa Juan Pablo II, como es la resurrección de Cristo. 

 

Por otro lado, para quienes gusten de la música clásica, la Dirección Desconcentrada del Ministerio de Cultura, Orquesta Sinfónica de Arequipa y el Coro de Cámara Monteverdi, presentarán el Réquiem de Wolgang Amadeus Mozart, podrán acudir a la Iglesia de Santa Teresa ese mismo día desde las 19:00 horas. 

 

La dirección artística de la OSA estará a cargo del maestro Enrique F. Victoria Obando, y la dirección coral a cargo del maestro Manuel Castro Basulto, asimismo, en la gala se tendrá la participación de los solistas Cristina Conde Vargas (soprano), Diana Arce Martínez (contralto), Antonio Fernández – Brixis (tenor) y Amílcar Victoria Pacheco (bajo).

 

El Réquiem en re menor fue la última obra en la que Mozart trabajó antes de fallecer, su composición está rodeada de muchos misterios. Fue encargada por el conde Walsegg-Stuppach, noble que solía encomendar obras a compositores consumados para luego atribuírselas.

 

Mozart en un estado muy deteriorado, desarrolló este encargo como algo personal, pues presentía su muerte, lo que probablemente hizo que sea una obra con dramatismo casi hiriente. Sin embargo la muerte de Mozart en 1791, impidió que la terminara, siendo su amigo y discípulo Franz Xaver Süssmayr el encargado de concluir la tarea. La historia señala que el Réquiem tuvo sus primeras interpretaciones el 2 de enero de 1793 y el 14 de diciembre del mismo año.