Más de 500 arequipeños van cada dia a los confesionarios

Desde que se colocaron los confesionarios en el atrio de la Catedral, una buena cantidad de arequipeños acude a confesar sus pecados al aire libre.

 

Según informó monseñor Javier Cárdenas Velarde, hay días en la semana en que se ha llegado a confesar a por lo menos unos 500 fieles, especialmente en horas de la tarde, más que por la mañana.

 

Se observa en cada uno de los tres confesionarios esperando la confidencia, filas de hasta de 10 personas y según informó la autoridad eclesial, se cree que en los siguientes días la cantidad de personas se incrementará significativamente.

 

Hay días en que las confesiones han tenido que continuar pasadas las 20:00 horas, a diferencia de meses anteriores, que en las iglesias no se llegaba ni a la mitad de lo que ahora hay en los confesionarios, aunque en las iglesias del centro de la ciudad continúan realizando la misma labor.

 

Hay mucha gente, que va a los confesionarios, no solamente para buscar redimir sus pecados, sino también acuden con los sacerdotes para solicitar consejos y buscan específicamente al confesor de costumbre, con el que sienten mayor confianza.   

 

Los católicos acuden donde un sacerdote a exteriorizar sus pecados en cualquier día del año; pero lo hacen especialmente en esta fechas, días antes de la Semana Santa para cumplir con el Sacramento de la penitencia, reconciliación o confesión, por asemejarse a la curación espiritual para retornar al camino de Dios, del cual los católicos se alejan por los pecados cometidos.

 

En horas de la noche y especialmente hoy jueves, las iglesias de la ciudad se ven aglomeradas de gente que busca confesar sus pecados y el sacerdote indica algunas recomendaciones antes de proceder a conversar con ellos.

 

Señala que se debe hacer un examen de conciencia, es decir recordar todos los pecados desde la última confesión; decidir s rechazo, confesarlos y cumplir con la penitencia que mande el confesor, rezar las oraciones y seguir las recomendaciones que le hacen en el confesionario.