Arequipa

Vencer la violencia y desigualdad sigue siendo el reto de la mujer

8 de marzo de 2016
Vencer la violencia y desigualdad sigue siendo el reto de la mujer

Hoy es el Día Internacional de la Mujer, sin embargo los especialistas coinciden en que no hay muchos motivos para celebrar. La alta tasa de feminicidios, violencia familiar y, las grandes brechas salariales y de empleo opacan la fiesta. Otros temas punzantes como el aborto y la participación femenina en la política también llaman a la reflexión.

Por Elizabeth Huanca
 
Leysi permanece en estado de coma en el hospital Honorio Delgado Espinosa desde el 18 de diciembre pasado. Fue apuñalada por su exenamorado tras rehusarse a retomar la relación. Ese mismo día, una joven madre de familia en el Cono Norte perdió la vida a manos de su expareja. En Arequipa, el año pasado 14 mujeres murieron en similares circunstancias; otras nueve fueron atacadas salvajemente, pero sobrevivieron. Revertir los casos de violencia contra la mujer sigue siendo un reto en el presente siglo.
 
“Hoy (Día Internacional de la Mujer) no hay mucho que celebrar, más bien se debe reflexionar”, comenta Naida Torres Enríquez, promotora del Centro de Emergencia Mujer (CEM). Las cifras respaldan sus palabras. Solo el año pasado, 2 mil 268 mujeres fueron presa de la violencia familiar y sexual. En 2014, dos mil 094 féminas pasaron por el mismo trauma.
 
La violencia va en escala en la región. Los casos más recurrentes se registran en zonas urbanas de Arequipa (555) y Camaná (261). En otras provincias “alejadas” las denuncias por este motivo son menores; La Unión (111), Condesuyos (51), presentan menor número de casos y no necesariamente porque haya menos maltrato a mujeres y niños sino porque lamentablemente “la violencia es vista como algo normal, por lo que los afectados no lo denuncian”, remarca Torres.
 
La encargada del CEM refiere que se necesita construir nuevas relaciones entre hombres y mujeres, “una nueva masculinidad, alejada del machismo (raíz del problema), donde se respeten derechos de forma equitativa”, comenta. 
 
El sociólogo José Luis Vargas, estima que cambiar esa mentalidad, tomará al menos 20 a 30 años. Y es que los cambios de mentalidad toman tiempo. “Trabajar en la familia, donde se incuban las ideas machistas es la clave”, dice. 
 
BRECHAS SALARIALES  
En los temas de dinero, la mujer tampoco se ve muy favorecida. Las brechas salariales y de empleo entre hombres y mujeres son altas. En Arequipa, los varones ganan más que las damas, pese a desempeñar las mismas funciones. 
 
El Observatorio Socio Económico – Laboral (OSEL) refiere que el nivel de ingreso promedio de las mujeres es de S/. 969, mientras que del varón asciende a S/. 1,779. 
 
Freddy Machaca, coordinador de este organismo, reconoce que las diferencias también son parte de la “cultura machista” de la sociedad. “Incluso se ha visto que la mujer arequipeña es más instruida, pero los empleadores prefieren contratar varones”, refiere Machaca. 
 
La Encuesta Nacional de Hogares sobre condiciones de vida y Pobreza de 2014, revela que en la región una mujer con estudios universitarios gana en promedio S/. 1983, un hombre en la misma condición obtiene S/. 2948. 
 
Por esa razón, en los últimos años, la mujer ha empezado a instruirse más. La Osel refiere que en la Población Económicamente Activa (PEA) de Arequipa, hay más mujeres con instrucción superior (13,9%) que hombres (12,5%). 
 
La realidad además demuestra que la empresa privada prefiere contratar más hombres que mujeres. Machaca señala que en este sector solo el 38.4% de sus trabajadores son mujeres. “El empleador no quiere contratarlas por los derechos labores que esta tiene como la licencia pre y post materna, hora de lactancia, etc. 
 
En el sector público ocurre lo contrario, hay más mujeres trabajando (10,35%) que varones (8.1%), sin embargo, allí las diferencias salariales tampoco favorecen a la mujer. En la propia Gerencia de Trabajo (Osel), un varón gana en promedio S/. 1400 mientras que una mujer llega a los S/. 1200. “La mujer debe abordar ese tema como suyo, debe buscar si es posible, mediante movilizaciones su empoderamiento”, recomienda Vargas.
 
Pese a estos inconvenientes, la mujer arequipeña se ha abierto paso. Alrededor de 843 trabajan en minas, 938 se laboran en industria y Construcción, más de 800 en el comercio y más de mil en hoteles, restaurantes. 
 
EL ABORTO Y LA POLÍTICA
La despenalización del aborto en caso de violación es otro aspecto pendiente en la agenda peruana. Para Vargas este “es uno de los grandes temas a discutir”, donde la palabra de la mujer será fundamental. “Por ser un tema muy delicado debe abordarse con cuidado, ello no se va a resolver ahora”, reconoce. 
 
En noviembre pasado, la Comisión de Constitución del Congreso mandó al archivo el proyecto de ley que pretendía despenalizar el aborto para este tipo de casos. A la fecha, las penas por este delito pueden enviar al infractor hasta tres meses a la cárcel. Vargas señala que el nuevo gobierno y parlamentarios deben considerar este tema. 
 
Afianzar la participación de la mujer en la política, es otro de los grandes retos del siglo XXI. En ese aspecto, Vargas reconoce que ha habido grandes avances gracias a leyes como la cuota de género, que han obligado a los partidos políticos a considerar a las mujeres en sus actividades. 
 
Prueba de ello son los resultados de las elecciones Regionales y Municipales de 2014, donde 723 mujeres fueron electas como regidoras provinciales, otras 3 mil 716 regidoras distritales. De la misma manera, 85 recibieron la mayoría de votos para ser consejeras regionales, 6 para alcaldesas provinciales y 45 para distritales. En el caso de Arequipa, se eligió por primera vez a una mujer como gobernadora regional, Yamila Osorio. 
 
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