Arequipa

EDITORIAL: INACEPTABLE ACTITUD DE LA CONTRALORÍA

1 de diciembre de 2014
EDITORIAL: INACEPTABLE ACTITUD DE LA CONTRALORÍA
Es la segunda vez que ocurre lo mismo, pero afortunadamente, y a diferencia de la primera, el intento de lavarse la cara que tiene la Contaloría General de la República es menos grave que la vez anterior en que empleados de esa dependencia estuvieron mezclados en un intento de extorsión al alcalde distrital de Vítor, que se ventila en un tribunal de justicia local y en el que estuvo implicada una secretaria gerencial y también se citó el nombre del subcontralor de la Contraloría como participante.
Entonces vino el contralor general y anunció el «Plan Misti». interviniendo dependencias que manejan dinero público y que pertenezca a organismos regionales, a municipalidades provinciales y también a distritales. 
El segundo de la Contraloría, que dice ser arequipeño, viene aquí para segurar que somos «la tercera región más corrupta del país», agraviando a los empleados públicos que aquí laboran. Y sin que ningún magistrado, sea fiscal o juez, haya terminado por sentenciar a los que, por indicios de la Contraloría, fueron acusados, como lo son ahora, de corruptos.
Rechazamos semejante afirmación, sobre todo cuando se niegan nombres de los presuntos implicados ni tampoco se deslinda con precisión cuál es el alcance penal, cilvil o puramente administrativo que puede determinar responsabilidades.
La Contraloría sopla la pluma a la Fiscalía y al Poder Judicial para justificar un procedimiento fiscalizador que no pasa de ser solo indiciario, pero que despide lodo en todas direcciones. 
Si no se citan instituciones en las que se hubiera producido corrupción, ni se señala a quienes serán puestos a disposición de la justicia no es creíble la afirmación que viene a decir, solo de paso, un funcionario de la Contraloría. 
Además todo lo que ocurra en el país es consecuencia de una falta de actitud preventiva o de oportuna denuncia, como no ha ocurrido aquí y antes de ahora en Ancash o en otras regiones del Perú, donde la corrupción ha hecho de las suyas desde antes del 2012, ante el silencio de quienes dirigen y manejan la Contraloría.
Nadie podrá estar en desacuerdo con  una lucha contra la delincuencia, pero esta tiene que ser fundamentalmente oportuna, transparente y tener como consecuencia deseada limpieza en lo que esté malogrado. Pero no aceptaremos meter en el mismo saco al 60% de las instituciones que manejan dineros públicos sin pruebas suficientes y sin castigos consecuentes.
Si la Contraloria es la flor de las denuncias, y sus versiones fuesen ciertas, estarían fallando fiscales y jueces y apareciendo como unicos santos del cielo, los contralores que son buenos para hablar, poco oportunos para tender cortinas de humo y para combatir eficazmente una corrupcion que no se demuestra, porque la condena pública es más eficiente que el soltar palabras que no tienen consecuencia real.
Compartimos la indignación colectiva y demandamos que la Contraloría rectifique pasos equivocados y si quiere hablar, que hable con un mensaje de verdad y no de puertas entreabiertas que solo se abren para manchar honras.
 
Arequipa rechaza ser uno de los centros de la corrupción nacional. Los que mal hacen debieran estar tras las rejas y solo hay 1600 presos en Socabaya y somos un millón de arequipeños.
 
 
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