Arequipa

El Aquelarre, la librería que surgió por la pasión de leer

25 de junio de 2019

La mítica librería arequipeña que fue visitada por escritores como Mario Vargas Llosa, Bryce Echenique y Blanca Varela.

Por: Gustavo Callapiña

Rómulo y Alberto Ramírez son hermanos que desde pequeños siempre gustaron de la lectura. Al primero le fascinan los libros de literatura, mientras que a su hermano menor, aquellos relacionados a la psicología, medicina y humanidades en general. Esta es la historia de una librería surgida por el placer de leer visitada por escritores y poetas como Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Blanca Varela y otros.

En el centro de Arequipa, exactamente en la calle San José 216 –A, está ubicada la librería El Aquelarre de los hermanos Ramírez. Rómulo, el mayor, tiene 70 años. Treinta años ha dedicado a atender y guiar a los lectores que entran en busca de un libro, revista o texto de su interés.
No lo hizo por una obligación, tampoco buscaba ganar dinero con este negocio. Su finalidad fue otra: compartir el conocimiento y pasión por leer con cualquier persona que guste de hacerlo.

“La librería fue fundada a finales de la década de los 80. En ese entonces en Arequipa había muy pocas librerías y de las que existían estaban dedicadas al rubro escolar y se funda con el pretexto de estrechar lazos con escritores locales y difundir la lectura en diversos temas”, comenta don Rómulo, rodeado de mesas y estantes de madera en la que se encuentran libros de distintos temas como el esoterismo, ciencia, literatura, poesía, medicina alternativa, que abarrotan el espacio y se encuentran sin etiquetas ni envoltura. Están a disposición del público para que puedan hojearlos.

El nombre de la librería surgió con la finalidad de reivindicar al grupo cultural formado en 1920 en la Ciudad Blanca por músicos y poetas como Percy Gibson, Belisario Calle, César Atahualpa, entre otros.

Posiblemente El Aquelarre, sea la única librería arequipeña que ha sido visitada por escritores, poetas y artistas reconocidos como el premio Nobel, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Blanca Varela, Julio Ramón Ribeyro, y otras personalidades peruanas y extranjeras.

“La llegada de ellos han sido siempre expresiones gratas. Por ejemplo, Vargas Llosa llegó el año en el que presentó su libro La Guerra del Fin del Mundo. Otra de las experiencias es cuando llegó Bryce Echenique y compró un libro ‘Los Lanzallamas’ del escritor argentino Roberto Arlt que lo venía buscando por otras librerías y no lo encontraba. También recuerdo cuando llegó Ribeyro y se llevó un libro de literatura arequipeña”, rememora Rómulo Ramírez.

Fiel al objetivo de convertir este espacio en uno en el que se hable y se discuta sobre diversos temas y de difundir el saber a través de la lectura, en la añeja librería arequipeña se encuentran mucho más que solo libros comerciales, aquellos que son promocionados por distintos medios, y se ofrecen aquellos que no lo son tanto, pero que tienen un valor especial para personas que buscan un determinado tema.

“Las obras que ofrecemos no son comerciales o las que tienen mucha visibilidad, más que inclinarnos por la moda lo hacemos por la calidad literaria y la renovación que proponen como los de neurociencia, psicología, de medicina alternativa y otros”, comenta el mayor de los Ramírez.

u avidez y pasión por leer le sirve a don Rómulo para orientar y guiar a las personas que gustan de adquirir uno de los textos que ofrece. “Algunos vienen desorientados y sin una idea clara de lo que buscan, entonces tanto yo como mi hermano les recomendamos que puedan escoger lo adecuado debido a que leemos y conocemos lo que tenemos aquí”.

En este lugar no solo se ofertan libros nuevos. Amigos y conocidos llegan hasta aquí para vender sus textos, y así alimentan este punto de encuentro cultural, que cuenta según uno de los propietarios del negocio con un 50% de libros de segunda mano y un porcentaje similar de libros nuevos.

LA DESPEDIDA

El Aquelarre no siempre estuvo ubicado en la calle San José, el primer establecimiento en el que se ubicaron fue en San Juan de Dios 107.
“Estuvimos ahí 15 años, después nos vinimos para acá y también estamos cerca de 15 años, brindando un espacio de diálogo. A fines de año nos iremos a otro local en unas galerías acá también por el centro, y es un cambio al que nos estamos arriesgando para ampliar nuestra atención”, señala Rómulo Ramírez, quien presto al deber que se ha planteado de apoyar desde su posición la difusión del conocimiento ofrecerá el resto de este año, antes de mudarse, descuentos del 20% y 30%.

Los propietarios de la mítica librería se arriesgarán a irse a un espacio nuevo, lo harán a fin de año, pero no dejarán de cumplir el objetivo por el que la crearon: difundir y contagiar el amor por la lectura en todo aquel que guste de la lectura.

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