Arequipa

El pitazo inicial de Priscila Vásquez

3 de abril de 2016
El pitazo inicial de Priscila Vásquez
Por: Lino Mamani A.
En el  fútbol,  los chicos sueñan con ser el 10. Como Pelé o Messi, ser el héroe del campo, el cerebro, la figura. Quizás un goleador como Cristiano Ronaldo o al menos un defensa. La función del portero, el último eslabón al gol, es una rareza, pero ser árbitro, ni siquiera está en los planes. Correr en el campo haciendo sonar un  pito sin tocar el balón es “aburrido”, dicen unos. Pero para la primera árbitro internacional FIFA arequipeña, Priscila Vásquez Luque, es su pasión.
 
Calzando botines de fútbol  avanza hasta el medio del gramado. Short, medias negras, camiseta amarilla. Revisa otra vez las tarjetas. Se lleva el silbato a la boca. Toca. Cada vez que está en el campo, atrás queda la joven Priscila de sonrisa tierna y engreída. Para que, durante los 90 minutos, sea la ley en la cancha. La máxima autoridad. La que sentencia gol. La que manda.
 
-El arbitraje es una disciplina donde uno debe ser inteligente  y pensar rápido – conceptualiza su profesión. Por eso, al gustar del balompié, no se le ocurrió mejor idea que seguir los pasos de su madre.
 
Doña Matilde Luque lleva más de 20 años como réferi. En sus inicios jugaba en la división femenina del FBC Melgar. Pero arbitrar le llamó más la atención. Cuando Priscila era aún una niña, solía llevarla  a los estadios para que la mirara en el campo. Casi siempre no era una buena idea, porque la pequeña era testigo de los insultos machistas y calificativos  que solían gritarle los hinchas a su madre. ¡Que era penal! ¡Que estaba fuera de fuego! ¡Que no sabe arbitrar!
 
“Recuerdo que en el estadio de Sachaca me hicieron llorar por todos los insultos y porque mi hija estuvo presente escuchándolo todo, dije que nunca más la llevaría”, contó la progenitora.  En cambio, fue la menor quien solicitaba acompañarla. Cada fin de semana se alistaba y metía en un maletín los implementos deportivos de doña Matilde, quien era su ejemplo a seguir. Ahora ocurre al revés, es la madre la que sigue a Vásquez y le lleva las maletas. 
 
-Para ser árbitro hay que ser fuerte, fortalecer la  mente para que la presión del público no te afecte. Te podrán decir de todo, te sacan la madre y quisieras responderles,  hasta te amenazan, pero lo más indignante es que en varias oportunidades no son los hombres sino las propias mujeres las que hacen eso- relata la joven jueza.
 
Se dice que el fútbol no es para las mujeres, que para ellas está el vóley. Silvia Reyes, el árbitro femenino más popular del país, sufría de constantes insultos referidos a que su lugar ideal es en la cocina hasta, que seguramente está ofuscada porque no tuvo una vida sexual plena. 
 
A Priscila, morena, de buen porte y físico, le solían llegar similares afrentas. “¡Una mujer no puede mandar a un hombre!”, le indicaban los que eran sancionados con falta. Su mirada indiferente y las tarjetas de amonestación son sus salvadores. Pero hay que saber usarlas.
 
INTERNACIONAL
La arequipeña empezó en este oficio hace seis años. Siempre fue un trabajo paralelo a sus estudios. Es ingeniero como el también mistiano, Víctor Hugo Rivera, y al igual que él –en su momento-, por ahora prefiere seguir siendo la máxima autoridad en las canchas que ejercer su profesión.
 
Hace seis años que se dedica  en este oficio. Inició desde los 20 años como jueza asistente apoyando a su madre y recibiendo unas propinas. Poco a poco fue mostrando sus dotes como jueza del fútbol, hasta llegar a ser calificada como árbitro internacional por la Fédération Internationale de Football Association, (FIFA), institución que gobierna a las demás federaciones de fútbol. Ingresar no le fue fácil.
 
Una tenue llovizna y neblina perjudicaban su visión. Aquél día era su prueba final y la naturaleza le ponía las dificultades en la cancha  del Eliseo Naval del Callao.  Noventa minutos y suplementarios. La labor, aunque pudo ser mejor –pensó-, fue suficiente. La comisión evaluadora le había aprobado. Así, desde este año, se convirtió en el cuarto árbitro femenino del país en esta federación internacional.
 
La FIFA tiene registrados a 30 árbitros oficiales del Perú. Una de ellas es Priscila Vásquez, quien  cerca de cumplir 26 años (06 de abril) es la réferi más joven que el Perú haya tenido.
 
-¿Alguna vez te equivocaste arbitrando?
 
-Siempre se escapan errores –responde con esa forma de hablar similar a la de los policías -. Pero el que más recuerdo fue cuando arbitré en el Torneo de Reservas, jugaba el Melgar contra la San Martín y, por dudar, no cobré un penal que sí era a favor de los rojinegros. Si lo cobraba quizás hubieran empatado. Me sentí mal.
 
Los errores son pan de cada día en los campeonatos. Por ello, las autoridades del campo deben tener buen físico para estar cerca de las jugadas y una visión envidiable. Razón por la que la réferi arequipeña debe entrenar todos los días, y por eso, ahora radica en Lima con el fin de seguir sus sueños. 
 
Ella, al igual que todos los peruanos, también sueña con ir a un mundial. La diferencia es que sus compatriotas desean que su equipo de balompié participe del torneo internacional y ella quiere ser quien los arbitre. Si no es de varones, pues que sea de las damas. 
 
Priscila Vásquez es una joven árbitra, a quien su labor le permitió madurar. La humildad siempre la identifica. Cada vez que retorna a visitar a su familia, acude a los estadios de Cayma o Paucarpata, para arbitrar, para entrenarse y para reencontrarse con su gente, aquella que a veces, le estrecha la mano al pitazo final y le dicen: buen trabajo.
 
Compartir


Leer comentarios