Está prohibida propaganda electoral que atente contra Centro Histórico

Desde la semana pasada se comenzó a incautar la propaganda electoral que había sido colocada de manera irregular en el Centro Histórico de la Ciudad, que tiene un reglamento específico que regula su instalación.

“Todo aquello que altere o perturbe la fisonomía de las fachadas de los monumentos, ya sean de carácter histórico, como aquellos modernos ubicados en el Centro Histórico, están prohibidos y serán retirados y de continuar infringiendo las normas, serán pasibles de una sanción”, informó el jefe de la Oficina del Centro Histórico, William Palomino Bellido.

Aclaró que no existe la prohibición de propaganda política, sino que tiene que ceñirse bajo algunos parámetros que están estipulados en dos ordenanzas municipales. Quienes tienen a intención de su colocación, deben acudir con su proyecto para que previamente se haga una revisión del mismo y se apruebe.

Informó que no se pueden instalar bambalinas, aquellas que se colocan de lado a lado en cualquiera de las calles, lo mismo que pintar paredes con el logo o los números de los candidatos, ni colocar afiches u otros elementos que alteren el panorama.

Están considerada la prohibición de propaganda todo el perímetro entre las avenidas Jorge Chávez, Goyeneche, Manuel Muñoz Nájar, Juan de la Torre, avenida La Marina y Salaverry.

“Si quieren ser congresistas para ir a hacer leyes, lo mínimo que se les pide es que por lo menos cumplan las normas que están en la ciudad, sino mejor no se presenten, mejor no postulen, porque eso dice mucho de los candidatos. Hay que aprender a respetar la ciudad donde uno vive”, añadió Palomino.

Indicó que la misma prohibición se tiene para la propaganda oral, a través de parlantes, la misma que no puede exceder de los 60 decibeles, como el sonido de un auto transitando; ni tampoco de los horarios en que se debe colocar para no alterar a los vecinos, que es de 8 de la mañana a 8 de la noche.

El próximo lunes 2 de diciembre se cumplen 19 años de la declaración de la ciudad de Arequipa como Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo que significa que no es una ciudad más del país, sino que la Unesco le dio esa categoría gracias a que reúne una serie de requisitos y que los ciudadanos tienen la responsabilidad de respetar y hacer que los demás la respeten, agregó Palomino Bellido.