Arequipa

Generaciones afectadas por la fiebre del oro: contaminadas por mercurio y cianuro

19 de marzo de 2016
Generaciones afectadas por la fiebre del oro: contaminadas por mercurio y cianuro

El mercurio y el cianuro, dos sustancias que envenenan los pueblos mineros de la provincia de Camaná, dedicados a la extracción del oro, metal precioso que los mineros anteponen a su salud y la vida.

Por Mariela Zuni M.
 
Allá por el año 2003 la fiebre del oro llevó a cientos de hombres a tomar los cerros de un valle ubicado a un costado del río Ocoña. Con los años aquel campamento minero se convirtió en el poblado de Secocha, que creció al punto de albergar a más de nueve mil habitantes que ahora cuentan con servicios básicos, colegios y posta de salud.
 
Secocha está ubicado en el distrito de Mariano Nicolás Valcárcel, en la provincia de Camaná. En este asiento minero, es común que las viviendas cuenten además de la cocina y el dormitorio, con un quimbalete, herramienta de piedra  en forma de media luna, el cual utilizan para moler el mineral.
 
El oro es la primera prioridad para las miles de familias de dicho poblado, anteponiendo aquel mineral precioso sobre su salud y hasta su propia vida. El procesamiento del mineral extraído de los cerros se realiza en los quimbaletes. La molienda de las piedras se realiza con agua y grandes cantidades de mercurio, químico altamente nocivo para la salud.
 
La contaminación por mercurio se produce por la inhalación, al evaporase el químico durante las jornadas de molienda; por la vía cutánea al tocarlo, y por el consumo de aguas subterráneas, o que hayan estado expuestas a la sustancia.
 
El caso de Secocha es un tema que preocupa, pues todos sus habitantes están expuestos a la contaminación por mercurio.  La sustancia se acumula en el ser humano, integrándose en su ADN, lo cual puede acarrear males genéticos hasta en cinco generaciones, aseveró el gerente de Regina de Energía y Minas, Vladimir Bustinza Camapaza.
 
El funcionario destacó que los dirigentes de los pequeños mineros y mineros artesanales de la zona han convenido con la Autoridad Regional del Medio Ambiente (Arma) y el Gobierno Regional, a través de la Gerencia de Energía y Minas, la reubicación de la actividad de procesamiento del mineral.
 
Para el proceso de formalización de los mineros, se deberá obtener un terreno para el beneficio del mineral, que reúna las condiciones medioambientales estipuladas por ley, a fin de eliminar los quimbaletes del área urbana del distrito de Secocha.
 
En el distrito de Mariano Nicolás Valcárcel, hay seis concesiones mineras con declaración de compromiso para formalizar a 3 mil 926 mineros. Posco número tres, Gran Eugenia, Posco número dos, Asppmacsu, San Alejandro y Posco, este último agrupa a la mayor cantidad (2017) de los mineros de Secocha.
 
CERROS ROJOS
Una peste roja cubre por completo los cerros aledaños a la mina Eugenia, asiento minero ubicado entre las fronteras de las provincias de Caravelí, Camaná y Condesuyos.
 
Un tema terrorífico, en opinión de Bustinza, pues aquel color sanguinolento se debe a la utilización del cianuro, un químico aún más letal que el mercurio. En Eugenia los mineros utilizan el cianuro para el procesamiento del oro.
 
En dicho sector, donde laboran aproximadamente 431 pequeños mineros y mineros artesanales, la Agencia de Cooperación Internacional Alemana (GIZ) junto al Arma, realiza el monitoreo de las pozas de lixiviación, en las cuales se disuelve el oro con cianuro. 
 
Producto del procesamiento del oro con cianuro, los cerros alrededor de Eugenia, son de color rojo, tonalidad adquirida por la utilización de grandes cantidades de soda cáustica que emplean los mineros para bajar los efectos nocivos del químico. Debido al constante contacto con la sustancia las manos de los obreros también han adquirido un color escarlata intenso.
 
Aunque la utilización del cianuro es legal, no se realiza un buen manejo de la sustancia, ni de  los residuos del procesamiento del oro, los cuales deberían ser depositados en plantas autorizadas y no en los cerros, para evitar que sean dispersados por el aire y agua.
 
DATO
La muerte por aspiración del químico, es común entre los mineros, ellos la llaman “la muerte del pollo”, pues es muy rápida. El gas de cianuro, al ser inhalado, evita  que  las  células  del  cuerpo  reciban  oxígeno, ello afecta principalmente al corazón y al cerebro.
 
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