Jóvenes afectados por el trastorno de la “vigorexia”

 

Los programas televisivos como “Esto es guerra” y otros en donde se presentan modelos con prominentes cuerpos, están siendo el detonante para que muchos jóvenes padezcan de “vigorexia”, trastorno que es peligroso porque, tras el  deseo de alcanzar una musculatura similar, se está ingiriendo  sustancias  y mal alimentando, dañando así el organismo. 

Así lo manifestó el administrador del centro de salud mental “Moisés Heresi”, José Alvarado Aco, quien explicó que la “vigorexia” es un trastorno del comportamiento que provoca la obsesión, especialmente de varones jóvenes, por conseguir un cuerpo musculoso.

Estos problemas no se apreciaban con tanta incidencia en otros tiempos, pero ahora la situación ha cambiado sustancialmente y en ello está influyendo algunos programas televisivos, en donde se aprecia a jóvenes con cuerpos bien formados y musculosos, los cuales se han convertido en el patrón a seguir.

El especialista anotó que en Arequipa la incidencia de trastornos de vigorexia no es alta, pero aun así hay que tomar las previsiones del caso y estar pendientes de los jóvenes, por cuanto estos se dejan influenciar por lo que ven, alienándose e, incluso, abusando del ejercicio y del consumo de algunas sustancias que les permite lograr la musculatura que desean.

Es más, el ejercicio se convierte en una obsesión, a tal punto que optan por estar gran parte del día cultivando su musculatura y postergando sus objetivos personales, pues desplazan los estudios y otras actividades.

La vigorexia, agregó, normalmente afecta a varones que se perciben como «demasiado delgados» y con insuficiente masa muscular, y como consecuencia realizan ejercicio físico de manera continuada y exagerada, rechazan alimentos grasos e incorporan a su dieta gran cantidad de proteínas e hidratos de carbono.  

Con frecuencia, la vigorexia se asocia a un abuso del consumo de complejos proteicos y de anabolizantes derivados de la testosterona. Estas últimas sustancias pueden presentar efectos secundarios como impotencia, acné, aumento de glándulas mamarias, caída del cabello, cambios de humor, problemas cardíacos.