Arequipa

La enfermera «colegiada» más joven tiene 11 años

4 de agosto de 2018

Junto a otros enfermeros y enfermeras que este fin de semana se colegiaron, Ana Belén Álvarez Cutipa, a sus once años recién cumplidos, recibió el diploma que la acredita como la enfermera más joven del país.

Por Roxana Ortiz A.

Lamentablemente solo se trata de un sueño que le fue cumplido, aunque se siguió paso a paso el protocolo necesario para la colegiatura de los miembros de la orden del Colegio de Enfermeros del Perú, como efectivamente lo hicieron otros, ahora “colegas” suyos.

Estaba impecablemente vestida con su uniforme color verde, que la Fundación Art Atlas le había mandado confeccionar a su medida, además de sus zapatos azules. Lucía como antes, su larga cabellera, donada por una dama que quiso mantenerse en el anonimato.

Uno a uno los enfermeros fueron llamados al estrado para que la Decana Mayrene Abarca del Carpio les tomara el juramento correspondiente, con la mano en alto prometiendo ejercer una adecuada labor en favor de las personas. Luego se les colocó en la pechera del uniforme el pin del Colegio y se les entregó el diploma que les da el reconocimiento como licenciados.

Posteriormente fue trasladada hacia un consultorio donde tuvo que atender a una paciente que había sufrido un accidente, tomándoles el pulso. La paciente fue subida a una ambulancia de Alerta Médica, mientras Ana Belén la acompañaba.

El sábado tuvo una gran fiesta por su cumpleaños en el Club Internacional, llevaba un precioso vestido blanco que escogió. La familia de GT Transportes se encargó que no faltara nada, tuvo regalos, juegos, bocaditos, show musical, sus nuevos amigos del hospital y especialmente su familia que había llegado desde Tacna.

Ana Belén es una niña más que forma parte del grupo menores a quienes lamentablemente ataca el cáncer a la sangre, conocido como leucemia, y que poco a poco busca arrancarles la vida. En la mayoría de los casos lo logra hacer, pero hay otros que salen victoriosos luego de una ardua batalla.

“Cualquier persona para derrotar al cáncer debe tener el mejor ánimo, debe estar con la mente positiva, debe tener las ganas de vivir y con eso se logra un gran porcentaje de la batalla. En los niños es igual, ellos deben estar tranquilos, animosos, felices y cumplirles sus sueños forma parte de hacerlos olvidar el drama que les ha tocado vivir”, dice Djali Zegarra Luna, de la Fundación Art Atlas, que canaliza el cumplimiento de esos sueños con la comunidad que quiera apoyarlos.

A fines del año pasado la pequeña Ana Belén comenzó a sentirse mal, le faltaban los ánimos, estaba decaída, comenzó a vomitar. Su madre la llevó al hospital para ver lo que tenía. Luego de una serie de análisis dieron con el terrible diagnóstico que ningún padre quisiera recibir. Tenía leucemia, así que debía ser trasladada hasta Arequipa porque allí en Tacna no existe la especialidad para su tratamiento.

Llegó a Arequipa a fines de diciembre con su padre, su madre y el hermanito menor, pero el drama se agudizó. La desesperación por buscar ayuda hizo que Julián, su padre, tuviera que abandonar el trabajo, a su mamá Sofía la despidieron porque solo estaba contratada en el municipio.

Cuando un niño ingresa a Oncohematología Pediátrica de EsSalud, se vuelve parte de la familia que ahí habita. Las madres prácticamente están internadas con los niños y saben cuáles son sus necesidades y carencias. El seguro de salud de la mamá estaba por vencerse ante el despido, así que urgía conseguir trabajo para uno de los dos, y es como se contactaron con Djali.

Se hizo el llamado a “los hacedores de sueños” y aparecieron varias empresas, Julián, quien en Tacna trabajaba en construcción, escogió el de seguridad por los horarios flexibles que le daban para poder ver a su hija. La mamá tuvo que regresar con el pequeño Mijael de 7 años a su ciudad natal, donde la volvieron a retomar en el trabajo. Viaja cuando le es posible para ver a su hija.

Ana Belén sabe que tiene leucemia, porque escuchó conversaciones de los médicos con sus padres; además todos los niños que están internos en EsSalud conocen perfectamente de su enfermedad. Escuchó el diagnóstico y ante la preocupación que mostraron sus padres ingresó a internet para conocer a detalle de lo que significaba.

Sabiendo lo que tiene, ahora ella misma busca protegerse, no come cualquier alimento, su padre es quien le cocina todo lo necesario; nada de cerdo, nada de comida condimentada, los embutidos ni verlos.

“Hace pocos días me dio mucho escalofrío, eso no me gustó nada, fue lo peor que me pasó, por eso tengo que tener cuidado con lo que como y en el ambiente en el que estoy”, dice la valiente niña.

“Quiere regresar a Tacna, no sabe que todavía no puede hacerlo, porque la próxima semana debe nuevamente ser internada para recibir tratamiento de quimioterapia y tiene que quedarse aquí como mínimo unos 20 días para que se recupere y aun así, no es seguro que vuelva, porque hay que estar monitoreándola permanentemente”, comenta Djali.

El tratamiento de quimioterapia demora en promedio un año, luego se van haciendo periódicamente de acuerdo a cómo respondan. Para declarar a un niño o persona libre de un cáncer, deben pasar por lo menos unos cinco años sin que haya recaído y a partir de entonces deberán hacerse chequeos anuales, y cuidarse permanentemente.

Son muchos los casos de niños que diversas personas en Arequipa han logrado cumplir sueños, desde el volver a tener cabello para las niñas, a través de pelucas de pelo natural donadas, que se les confecciona de acuerdo a la medida de la cabecita de la niña; hasta ser un profesional o un efectivo policial, como ocurrió hace poco.

Mayrene Abarca, decana de las enfermeras, dijo que ha sido un honor cumplir el sueño de Ana Belén, porque eso les demuestra que hay mucha gente que confía en el trabajo que realizan y quisieron hacerlo, precisamente cuando se cumple el aniversario de la institución

Actualmente no existen pruebas de sangre u otros exámenes de detección recomendados para detectar leucemia en los niños antes que comience a causar síntomas. Frecuentemente la leucemia en niños se detecta porque presenta síntomas que justifican una visita al médico.

El galeno ordena análisis de sangre, cuyos resultados regresan como anormales e indican el diagnóstico. La mejor manera de detectar temprano estas leucemias es la atención de los posibles signos y síntomas de esta enfermedad, a los que los padres deben estar atentos para que cuanto antes comiencen a recibir tratamiento.

Los síntomas de la leucemia a menudo son causados por problemas en la médula ósea del niño, que es donde comienza la leucemia. A medida que las células leucémicas se acumulan en la médula, pueden desplazar a las células productoras de células sanguíneas normales. Como resultado, un niño puede que no tenga glóbulos rojos, glóbulos blancos ni plaquetas normales. Estas carencias se manifiestan en las pruebas de sangre, pero también pueden causar síntomas. Las células leucémicas también podrían invadir otras áreas del cuerpo, lo cual también puede causar síntomas.

DATO
Se debe estar alerta a señales como el cansancio o fatiga, debilidad, sensación de frío, mareo o aturdimiento, dolores de cabeza, tendencia a presentar fácilmente moretones y sangrados, sangrado nasal frecuente o severo, sangrado de las encías, dificultad para respirar, piel pálida, dolor de huesos, inflamación del abdomen, entre otros.

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