No desaparece Policía Municipal pero dependerá de serenazgo

El acuerdo se tomó en sesión de concejo municipal y tampoco se habló y mucho menos se aprobó la contratación de personal de emergencia para atender el servicio, como lo había anunciado el alcalde provincial, Alfredo Zegarra, quien al parecer, el debate del momento lo hizo declarar acciones que no se pueden llevar a cabo posteriormente.    

Se le pidió al burgomaestre que se respetara a la Policía Municipal, ya que no por unos cuantos malos efectivos, el resto no podría verse  perjudicado; pero antes de pasar a  formar parte de Seguridad Ciudadana, el personal va a ser evaluado y posteriormente capacitado, ya que tanto, policías municipales, como serenos, tendrán la potestad para hacer control del comercio ambulatorio.

Señaló que el acuerdo se hace efectivo de inmediato y mientras tanto, se ha solicitado al área de Racionalización, Planificación y Presupuesto, para que haga la adecuación de los  documentos de gestión, como el Manual y el Reglamento de Organización y Funciones, el Cuadro de Asignación de Personal, entre otros, los mismos que deben estar culminados en un mes aproximadamente.

Lo que sí se va a realizar es una investigación sobre la participación de los integrantes de dicho cuerpo edilicio que llevaron a cabo “bautizo sexual”, a uno de los nuevos miembros, hecho que fue captado en video y que luego fue publicado a través de las redes sociales mereciendo un rechazo absoluto de la población arequipeña y de las propias autoridades.

“Quienes  estén implicados  en dicho acto,  recibirán las sanciones administrativas correspondientes, porque el video se  realizó dentro de las instalaciones de la Policía Municipal y varios de sus protagonistas llevaban puesto el uniforme “, dijo el regidor Christian Talavera.

Indicó que solo se tomará en cuenta  el segundo video para las investigaciones,  por la actualidad del mismo, y aunque  la justificación que dieron los efectivos  municipales sobre el contenido,  que todo se trata de una costumbre que no buscaba dañar el honor de nadie, pero para la población arequipeña, fue un acto vejatorio y de muy mal gusto, comportamiento que se debe erradicar de las instituciones.