Policía asesino recibiría 35 años de cárcel

Por: Rossmery Puente de la Vega

Luego de cinco años el exteniente de la Policía, Francisco Enrique Burga Toledo, apareció con las manos enmarrocadas, llevado por quienes fueron sus colegas, a la carceleta de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, y luego al penal de Socabaya.

Es acusado de haber asesinado al vigilante Luis Alvarado Chira, y causar lesiones a Vania Carolina Bolívar y Richard Peralta Díaz, la madrugada del 28 de julio de 2011 en la tercera cuadra de la calle San Francisco, frente a la discoteca “El Santo Restobar”.

Burga lucía cansado, con menos cabello, la mañana de ayer cuando llegó procedente de Trujillo, donde fue detenido el 05 de noviembre en una casa de la villa judicial de Huanchaco. Alguien llamó para tener los 20 mil soles que ofrecían de recompensa por su ubicación al estar en la lista de la PNP de “los más buscados”.

Mientras avanzaba del área de Requisitorias a la carceleta del Poder Judicial con la mirada fija en quien lo interrogaba, el exefectivo que laboró en Arequipa como agente encubierto de la Dinandro, pidió un “juicio justo”, dijo que “no le disparó”, “nadie disparó”. 

Burga pasó un control de identidad en el Segundo Juzgado Supraprovincial Penal de la Corte de Justicia de Arequipa, luego llevado al penal por estar vigente una orden de captura en su contra desde noviembre de 2011.

El exefectivo volverá a ser visto el 19 y 20 de diciembre, fecha en la que está previsto el  juicio oral en su contra. La Fiscalía ha pedido 35 años de prisión para él y su hermano, Juan César, actualmente prófugo; además de una reparación civil de 110 mil soles. Acusados de homicidio calificado con ferocidad. 

La decisión estará en manos de los jueces Percy Chalco Ccallo, Juan Pablo Heredia Ponce y Mauricio Hernani Neyra Zeballos. 

Los hermanos Burga Toledo hicieron noticia el 28 de julio de 2011. Ambos estaban desde la noche anterior tomando en «El Santo Restobar». Tuvieron un altercado y fueron echados por el personal de seguridad del local, a quienes amenazaron.

Luego aparecieron abordo de una camioneta pickup, Francisco manejaba. Se detuvo unos minutos cerca al «Restobar», hasta que emprendió su marcha, mientras su hermano Juan César, que iba a su lado, disparó a las personas que estaban en la puerta del local, entre ellos a Luis Alvarado que murió en el lugar. Se dieron a la fuga. 

JUSTICIA PARA LA FAMILIA

Hernán Alvarado acudió a la Corte Superior de Justicia para preguntarle a Francisco Burga si estaría tranquilo estando en su lugar. “¿Le hubiera gustado que eso le hicieran a alguno de sus hijos?”, dijo en tono de reclamo. Se quedó con la interrogante.

El padre de Luis Alvarado conocido por sus amigos como “El Zorrito” ha pasado «cinco años pesados», con el mismo sueño que lo sobresalta. Viendo a su hijo echado en el suelo, lo confiesa sollozando, luego de un prolongado silencio donde toma fuerza para hablar.

Con la captura del expolicía los recuerdos son más frecuentes. “Las escenas se repiten, las fotos, los videos, se vuelven a ver, se vuelve a recordar todo eso. No puedo olvidar de la noche a la mañana”, comentó. Hernán mantiene una foto de sus tres hijos como fondo de pantalla de su celular, y la de su hijo Luis en la billetera. 

Todavía no está tranquilo, dice que lo estará el día que escuche la sentencia para Francisco Burga y ubiquen a su hermano, ambos acusados por la muerte de su hijo. “Él debe saber dónde se esconde su hermano”, reprochó.

DATO

20 mil soles ofrecieron por Francisco Enrique Burga Toledo, y una cantidad similar por su hermano, que está prófugo.