Arequipa

Reconocida pastelería cumple 50 años en Arequipa

26 de noviembre de 2021
Mantienen recetas originales.

Escalante, una tradición en el buen gusto.

Actualmente atienden en su local propio, ubicado en calle Santo Domingo.

La Organización Escalante S.C.R. LTDA, más conocida como Pastelería Escalante, cumple 50 años endulzando la vida de los arequipeños y visitantes. Sus promotores, los hermanos Escalante Moncada, son parte de una numerosa familia, que ha sido como una brújula que guía su camino.

Sus raíces están en Cajamarca, desde donde pequeños aprendieron a superar las adversidades. Años más tarde, tomaron la decisión de iniciar este largo camino con algunos de sus socios fundadores que trabajaron en una ebanistería en Lima y luego elaborando pasteles en el norte.

Llegaron a Arequipa en 1969. Ahí decidieron emprender su propio negocio. Con la experiencia que tenían iniciaron la producción de pasteles en un horno artesanal, y vendían sus productos en las tiendas locales. Un hito importante fue consolidar la empresa el 26 de noviembre de 1971.

Su primer local estuvo ubicado en el Parque Duhamel. Destacaron al innovar con la venta de pasteles a base de frutas y ante la gran acogida del público, en 1974 decidieron abrir un segundo local en General Moran, que fue el más representativo de su trayectoria. Ahí empezaron la producción y venta de empanadas, que con el transcurrir del tiempo serían su producto estrella.

Luego de 17 años, en 1991 se mudaron a un local propio en la calle Santo Domingo, que es donde operan hasta la fecha, convirtiéndose en el local más conocido por el público. El 2017 ampliaron la distribución en sus sucursales en la calle Emmel y en General Moran, que funcionaron hasta el inicio de la pandemia. Ahora atienden solo en la calle Santo Domingo, donde han fortalecido los canales de venta, como el delivery y lo digital, adaptándose a lo que el mercado demande.

EL SECRETO

Las razones por las que sus productos son tan característicos y tradicionales, son básicamente dos. Primero, ejecutar los procesos manteniendo las recetas originales, teniendo en cuenta que a lo largo de los años han ido perfeccionando las recetas, y segundo, priorizar la calidad de la materia prima. “Todos pueden hacer empanadas y pasteles, pero nuestra experiencia nos sitúa en una posición relevante en el mercado arequipeño”, afirma.

La mayoría de sus colaboradores, pertenecen a la familia, y son los principales custodios de que se conserven y se cumplan todos los procesos a cabalidad.

“La calidad de la materia prima depende de nuestros proveedores, a los que consideramos parte importante en todo el proceso y con los que tenemos un lazo de confianza importante, está de más decir que la premisa, siempre es trabajar con materia prima fresca y de la mejor calidad que se pueda encontrar en el sector gastronómico de la ciudad”, dicen.

REACTIVACIÓN

Las primeras consecuencias de la pandemia se vieron reflejadas en el cierre de sus sucursales, orillándolos a centralizar esfuerzos en la tienda principal, donde trabajan hasta ahora aplicando todos los protocolos recomendados por las instituciones gubernamentales.

La reactivación del negocio se ha dado de manera gradual, al igual que los negocios locales, aunque todavía no superan las pérdidas económicas que significó la COVID-19, ni tampoco han recuperado el nivel de ventas pre pandemia, sólo en algunas oportunidades las ventas diarias son representativas, por lo que tuvieron que cambiar la forma de vender y adaptarse a los cambios y necesidades del cliente.

Como ejemplo, antes de la pandemia, una parte importante de sus ventas se encontraba en los bocaditos, especialmente en los fines de semana. Pero ahora, ante la falta de eventos sociales, la venta de este producto todavía es baja en comparación a años anteriores.

Los hermanos Escalante Moncada aclaran que, para la reactivación del negocio, no aplicaron a ningún beneficio ofrecido por el Estado. Consideran así, que la ayuda propuesta, estuvo mal enfocada o que benefició a empresas de gran tamaño, propiciando la quiebra de miles micro y pequeñas empresas de Arequipa. 

FUTURO

En estos 50 años han superado muchos problemas, pero la pandemia los ha hecho pensar sobre el futuro de la pastelería y la participación de la segunda generación en el negocio, la cual viene integrándose en algunas actividades y están respondiendo a las expectativas.

Creen que lo más importante es trasladar la visión del negocio familiar a la siguiente generación, además de afianzar los valores que son los pilares del negocio, como equidad, trabajo en equipo, honestidad, coherente con el bienestar económico de la empresa

“Ha sido un largo camino, no ha sido fácil, pero nos hemos consolidado como una tradición en el buen gusto”, puntualizan. 

Las empanadas, su producto estrella.
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