Arequipa

Reportan tres casos de hombres maltratados por sus parejas

24 de julio de 2015
Reportan tres casos de hombres maltratados por sus parejas
A propósito de la agresión que recibió una abogada por parte de su pareja, quien es hijo de un regidor de Ayacucho, no solamente las damas son víctimas de agresiones. Para los golpes y la violencia no distinguen sexo.
 
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Por: Lino Mamani A.
 
Lo llamaremos “Roberto” por cuidar su identidad. Su caso es delicado. Le costó varios años aceptar que la mujer que aún ama, convirtió sus sueños en pesadillas, sus caricias en golpes y el respeto hacia él en las más viles humillaciones. Los hombres también lloran.
Como suele ocurrir en la mayoría de los casos, al principio todo era perfecto. Disfrutaban del amor que se profesaban, se casaron y para completar su familia trajeron una hija al mundo, a quien pensaron proteger. “Roberto” nunca imaginó que su pequeña sería la testigo de las agresiones a las que era sometido, por parte de su esposa.
Los últimos años de convivencia, el mayor peligro para “Roberto” no estaba en la calle ni en el trabajo, sino al interior de su casa ubicada en Alto Selva Alegre, donde se suponía debió sentirse más seguro. En cualquier rincón de su morada, su pareja empezaba a buscar excusas para humillarlo. Lo celaba, lo culpaba de cualquier hecho, lo acusaba de algo que no hizo, tan solo para golpearlo, dejarle rastros de sus uñas en el rostro y manos y hacerle entender que “ella era la que mandaba”.
MACHISMO
En una ciudad gobernada por el machismo es inaudito que un varón sea agredido por una dama. Casi siempre es al revés: el bravucón es el varón.
Como en el reciente caso de abuso ocurrido en Ayacucho  que tuvo eco a nivel nacional. La población se indignó al ver las imágenes grabadas por la cámara de vigilancia de un hotel, mostrando cómo el hijo de un regidor desnudo arrastraba a su pareja de los pelos, porque ella quiso terminar la relación. Sin embargo, no todos los hombres son agresores.
Hasta el momento, el Centro de Emergencia Mujer (CEM) registró 15 casos de violencia entre parejas en Arequipa, de los cuales tres casos fueron contra varones que fueron violentados físicamente por sus parejas. Pero esta cifra no representa a la totalidad de víctimas.
Para la coordinadora del CEM Miraflores, Ruth Gallegos Esquivias, los pocos casos se deben, principalmente, a la vergüenza de los varones porque se conozca que sus parejas los maltratan. 
“Lo guardan como un secreto por el temor al qué dirán en las comisarías si denuncian la agresión o si van a pedir ayuda. También callan por no afectar a su familia, a sus hijos y porque consideran que su pareja va a cambiar, pero termina siendo una relación aún más tormentosa”, explicó. 
NO CAMBIA
El agresor no cambia. Eso lo sabe bien “Roberto”, quien estuvo cansado de que su esposa le prometiera que cambiaría y que sus celos se iban a disipar. Pero no ocurrió así, en cualquier circunstancia retornaba con los insultos y golpes.
Aunque quiso responder con violencia, el padre de familia no lo pudo hacer porque su comportamiento es pacífico, siempre fue sumiso en exceso y ese -reconoce- fue su error.
Gallegos Esquivias aseguró que la mayoría de los casos de agresión se dan por celos o porque ellos quisieron acabar la relación.
“Empiezan a cuestionar la forma de vestir, preguntarles a cada rato en dónde estuvieron, revisan sus celulares, las llamadas, la relación se vuelve compulsiva y muy controlada. Y cuando quieren terminar, les dicen que seguramente se da porque tienen otra pareja (…) e inclusive los amenazan de muerte. Influye que las parejas hayan tenido una experiencia sexual, que las hace más arraigadas y no puedan terminar fácilmente una relación”, detalló la especialista.
 
 
NOTA COMPLEMENTO-TRAMADO Y EN RECUADRO
 
Los varones víctimas
no tienen albergues
 
En Arequipa no existen albergues para varones que son víctimas de agresión física por parte de sus parejas. Incluso para las damas es muy difícil conseguir uno. Por eso, quienes se van de sus hogares tienen que buscar la forma de residir en otro lado.
“Roberto” ya no vive con su pareja hace más de dos meses. Se retiró de su vivienda tras solicitar ayuda. Ahora vive junto a su hija en la casa de uno de sus familiares, donde intentan continuar con sus vidas.
Actualmente, denunció a la madre de su hija por violencia familiar cuyo caso se ventila en el Poder Judicial. Espera tener la custodia de su retoña y que todo solamente sea parte del pasado, de aquel pasado donde nunca imaginó estar cuando conoció a su pareja y decidieron formar un idilio, un idilio que ahora está roto.
 
 
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