Se inició digitalización del diario El Deber

La digitalización permitirá a investigadores conocer mejor la vida de los arequipeños en esos años, sus opiniones en acontecimientos locales, nacionales e internacionales. Un valioso trabajo que por primera vez se realiza en Arequipa.

 

Por: Marianela Martinez M.

Fotos: Miguel Zavala D.

 

El Centro de Estudios Peruanos de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) inició la digitalización del diario El Deber. Un periódico vespertino publicado entre los años de 1890 a 1962 y dirigido por la Iglesia Católica.

Fernando Valle, director del Centro de Estudios junto a un equipo de estudiantes y egresados de Historia de la universidad arequipeña – capacitados con estándares internacionales-, empezaron la titánica labor de digitalización con ayuda de un escáner que fotografía cada hoja y se compagina en un software también adquirido por la universidad.

Según explicó el responsable, se trata de un equipo adquirido con los fondos obtenidos por el Programa de Archivos en Peligro de la Biblioteca Británica al Centro de Estudios Peruanos de la UCSP, por 50 mil dólares. 

El escáner está diseñado para minimizar el contacto con el material original, evitando su deterioro y garantizando su preservación definitiva en medios digitales. Se fotografiarán 115 mil páginas.

Se está trabajando con archivos que el seminario San Jerónimo y la Biblioteca Municipal de Arequipa cuentan en sus repositorios y también con algunos en La Recoleta; la idea es tener todas las ediciones cubriendo algunas páginas que pudieran haberse perdido en el tiempo por su manipulación.

La digitalización permitirá realizar investigaciones en torno a la sociedad arequipeña en su tiempo. Como por ejemplo los terremotos de los años 1958 -1960 en la que se informó las repercusiones del movimiento sísmico y cómo se atendió la emergencia con los recursos y cómo se inició el proceso de reconstrucción de la ciudad, tras dejarla casi en ruinas. Sin duda un trabajo que reveló el esfuerzo de la comunidad y sus autoridades en esa época. 

De igual manera se narra los procesos revolucionarios de la ciudad de Arequipa como la del colegio Independencia en 1950 y la respuesta de la Iglesia a través de este medio de comunicación a la aparición de ideas liberales que aparecieron en 1890.

Los artículos de opinión, las noticias, la publicidad, revelan el estilo de vida de la sociedad arequipeña en el tiempo, sin duda un insumo para la investigación.

El trabajo les tomará un año y al culminarlo, los archivos digitalizados serán entregados a la biblioteca británica que a nivel mundial tiene convenios con otros recintos culturales; y también se entregarán a las bibliotecas que colaboraron con los archivos como la de San Jerónimo y la Municipal, así como estará al servicio de la comunidad universitaria de la San Pablo.

Agregó que los estándares de calidad exigidos por la biblioteca británica obliga a tomar medidas que permita que cada página pueda leerse con claridad, revisarla y verificar datos como si lo tuviera en físico.

El Centro de Estudios Peruanos de la UCSP tiene planes para la digitalización de otros importantes documentos históricos, que ahora podrán estar disponibles también para futuras generaciones.

VISITA DE UN REDACTOR DE EL DEBER

Carlos Meneses Cornejo, actual director de El Pueblo, visitó el lugar donde se realiza este importante trabajo de digitalización. Compartió con el equipo de trabajo sus experiencias vividas como redactor del vespertino desaparecido en 1962. Los terremotos del 58 y 60 le dejaron historias y experiencias que hasta hoy las recuerda.

EQUIPO DE TRABAJO

El equipo de trabajo está integrado por jóvenes especializados. Está dirigido por Fernando Valle Rondón y Pamela Cabala. Asimismo Melinda Turpo, Andrea Ocampo, Percy Eguiluz, Erika Ccari y Jorge Pinto.

 

((EN RECUADRO))

EL DEBER DE AREQUIPA

Percy Eguiluz Menéndez

Un pequeño aviso en el margen superior izquierdo de la primera página de El Deber del sábado 29 de septiembre de 1962: “por razones económicas insuperables “El Deber” dejara d[sic] salir a partir del lunes 1º de octubre. Agradecemos al comercio, a la industria, a nuestros suscriptores y lectores, la confianza que nos han dispensado, permitiendo el sostenimiento de esta hoja periodística por más de setenta años. Arequipa 30 de setiembre de 1962.”

El Deber empezó a circular el 31 de octubre de 1890, primero como semanario luego como diario. Se fundó gracias a iniciativa de monseñor José María Carpenter; que donó para su impresión una imprenta traída de Estados Unidos. Sus oficinas estuvieron ubicadas en la esquina de las calles Santa Marta con Jerusalén. Su formato fue porte tabloide, con seis columnas. Entre sus fundadores y redactores están Mariano Lorenzo Bedoya, Melchor Bedoya, Eduardo López de Romaña, Carlos Rubén Polar, Lorenzo Montoya, Abrahán de Vinatea, Manuel Bustamante y Barreda, Manuel Soto Loayza, etc.

Cuando empezó a circular El Deber también lo hicieron otros como: “El Constitucional”, dirigido por Juan Rosel. “El amigo del pueblo” de carácter político literario a cargo de Ricardo Medina y Belisario Soto. “El Orden”, periódico político que defendía al coronel Morales Bermúdez. “El Constitucional” de corta duración, del 7 de junio al 8 de noviembre de 1890, unos días compitió con El Deber, dirigido por Juan Rosel. “El Hogar” publicación semanal dedicada a las letras, dirigida y fundada por Renato Morales, donde escribían Samuel Velarde y Edilberto Zegarra Ballón; “El Boletín Municipal” del 14 de junio de 1891; “El Cornupedo” del 4 de julio del mismo año, los dos redactados por miembros el club literario de Arequipa. Aunque estos fueron de efímera duración, es importante tomarlos en cuenta  porque algunos de estas hojas periodistas fueron de tendencia liberal y “El Deber” defendía la enseñanza de la iglesia católica y rechazó los ataques contra la misma.

Algunos de sus directores fueron José María Carpenter; Manuel Segundo Ballón, quien fue obispo de Arequipa; Erasmo Hinojosa; Juan Gualberto Guevara que luego fue cardenal; el mercedario fray Víctor M. Barriga; Arturo Villegas Romero; Eduardo Indacochea Zaraus; estos dos últimos laicos.

Al cerrar El Deber, su imprenta la adquirió el historiador Artemio Peraltilla Díaz para abrir su editorial “Imprenta El Sol”.