Arequipa

Avelino Cáceres: Crónica de un desastre anunciado y una luz al final del túnel

24 de mayo de 2020

Comerciantes compraron un terreno de 22 hectáreas en Cerro Colorado.

El año 1992, el ex alcalde de Arequipa, Luis Cáceres Velásquez, decidió desalojar el comercio ambulatorio de las calles céntricas de la ciudad. Las arterias que rodean al mercado San Camilo y el parque Duhamel, quedaron irreconocibles, medida que la población aplaudió, al recuperar para la ciudad estos ambientes urbanos y arquitectónicos.

Lo que nadie pudo predecir con ese hecho, es que se daba paso a la destrucción de una gran parte de la campiña de Arequipa, gestando además una bomba de tiempo para la ciudad, y para el distrito que tres años más adelante se crearía, como José Luis Bustamante y Rivero.

Por: Roxana Ortiz A

Sin planificación, se decidió que todos los comerciantes ambulantes se ubicaran temporalmente en los terrenos aledaños a la avenida Andrés Avelino Cáceres, y en poco tiempo la situación se volvió incontrolable, puesto que las autoridades se olvidaron del problema, hasta que más de 90 hectáreas de terreno de verde campiña, terminó en lo que es ahora.

Supuestamente el traslado era temporal, iban a instalarse pequeños mercados, quedando prohibido el ingreso de camiones de gran tonelaje, ordenanza que nunca se cumplió. Los propietarios de urbanizaciones modernas de los alrededores de pronto se vieron invadidos, no solo de basura y delincuencia, sino también de roedores. Se había gestado en Avelino una réplica de la ciudad de origen del alcalde de ese entonces.

Las propiedades que estaban bien valorizadas, se depreciaron. La mayoría se mudó de lugar y los que se quedaron optaron por colocar rejas para de alguna manera protegerse. Las quejas nunca fueron escuchadas ni tampoco se normó el crecimiento del sector, a pesar de estar en una parte céntrica de la ciudad, y no en una zona lejana de invasión.

Por años los comerciantes hicieron lo que quisieron, hasta la actualidad. No pagan sus tributos y tienen millonarias deudas con la municipalidad distrital, y a pesar de eso, a diario se les tiene que brindar el servicio de recojo de la basura, más de 60 toneladas diarias, la que acumulan como cerros en avenidas y veredas, generando un aspecto desagradable a la vista y otros sentidos.

No han sido pocos los alcaldes los que han ofrecido cambiar el panorama del lugar. A los meses de asumir el cargo, mejor era hacerse de la vista gorda; sin embargo, el tema siempre ha sido el caballito de batalla para las diversas campañas electorales. Se hicieron intentos de cambio, pero sin resultado positivo.

Hay 55 mercados instalados en toda la plataforma comercial, la mayoría no tiene certificados para el funcionamiento de ningún tipo. Algunos son propietarios de sus puestos. En esta gestión se clausuraron algunos, pero que no hicieron mella al desorden. “Jefe, déjenos trabajar un tiempito, hacemos caja y sacamos el certificado de Defensa Civil”, era la eterna súplica y promesa hacia los funcionarios de Fiscalización.

“Cuando se les requiere para que paguen sus deudas, que son más de 15 millones de soles acumuladas con el municipio, no tienen dinero. Pero cuando les cierran sus mercados, aseguran que tienen millonarias pérdidas en unos días”, indicó en algún momento el alcalde Paúl Rondón, quien ahora ya no quiere ni hablar del tema, probablemente porque el comercio ambulatorio ha desbordado el control y se ha extendido como cáncer terminal por casi todo el distrito.

La actividad económica que se genera en esta zona es incalculable, porque la mayoría trabaja en la informalidad, ninguno de los comerciantes tributa al Estado, bajo el pretexto que sigue una cadena, desde el productor que no le entrega un comprobante por la venta. Son los propios comerciantes quienes generalmente compran los productos en la chacra, al precio que mejor se les acomoda. Sin un kilo de papa la compran a 40 céntimos el kilo, en el mercado al consumidor no se vende en menos de 1.10 soles.

La plataforma comercial ha sido cerrada hace aproximadamente tres semanas, porque era un foco infeccioso desde hace años, hecho que se corroboró con el hallazgo de contagiados de COVID-19. De inmediato se inició la protesta por las millonarias pérdidas, mientras que los integrantes del Comando COVID señalan que hasta que no se adecúen a las normas, no se abrirá, siendo la responsabilidad enteramente del municipio distrital.

Son tantos mercados, muchos de ellos con líos internos entre los dirigentes, que ahora ponerse de acuerdo es imposible. Algunos pocos se están adecuando. Han colocado señalizaciones, han comprado las cámaras de desinfección, los termómetros y están casi listos para comenzar a trabajar. La disyuntiva es cómo abrir unos mercados y evitar que los que no se adecuaron, también lo hagan, sabiendo en la informalidad en la que han venido trabajando.

PLATAFORMA COMERCIAL DEJARÍA DE EXISTIR

Que desaparezca la plataforma Andrés Avelino Cáceres, podría volverse una realidad y no solo porque el Comando COVID-19 decida no otorgarle permiso para volver a trabajar; sino que los propios comerciantes mayoristas se están organizando para trasladarse hasta Cerro Colorado, pero no trasladando la problemática hasta este sector, sino para trabajar en medio del orden y limpieza.

Los comerciantes mayoristas han iniciado la compra de un terreno de 22 hectáreas, ya han pagado al propietario un adelanto de 2 millones de dólares y piensan hacer un mercado como Santa Anita en Lima, pero con el doble de su capacidad.

No irán a posesionarse de las veredas y calles, sino que cada uno tendrá un verdadero puesto de trabajo, con conexiones de agua, luz desagüe. Tendrá zona de embarque y desembarque.

“Este terreno está ubicado por la Vía de Evitamiento, pero no estará conectada directamente a ella para evitar la congestión, sino que tendrá una vía adicional, además tendrán horario para dejar mercadería. Hemos viajado a Lima y nos hemos asesorado en Santa Anita para tener un proyecto similar. Estamos bastante avanzados”, señaló Joan Riveros Delgado, presidenta de la Asociación de Comerciantes Mayoristas de Arequipa (ASCOMEGA).

A esta Asociación se han integrado gran cantidad de comerciantes de Avelino Cáceres, quienes están viendo la posibilidad de buscar créditos bancarios que está ofreciendo el Estado para que en el menor tiempo puedan trasladarse. El nuevo mercado podría hacerse realidad en un año.

Se trata de un proyecto completo, que no solo incluirá puestos para los mayoristas, sino también habrá un espacio para unos 800 minoristas. Tendrá un centro de hospedaje, almacenes. Habrá unas 8 instituciones bancarias, puesto que es un problema para los comerciantes no tener dónde depositar su dinero al término de la jornada laboral, corriendo el riesgo de ser asaltados.

Tiene aprobación de los colegios de Ingenieros y Arquitectos, igualmente tienen el estudio de impacto vial y sonoro. Tendrán una planta procesadora para todos los residuos sólidos (basura), en donde piensan industrializarla para la elaboración de compost, informó la promotora, quien agregó que el proyecto lo vienen trabajando hace casi un año, pero que con el cierre de la plataforma se ha comenzado a acelerar.

DATO

Lo que nadie sabe si es que esto se convierte en realidad, es qué pasaría con todos esos mercados que quedarían en toda la plataforma. Si pasarían a ser ocupados por otros mercados continuando con la misma informalidad o si realmente se generará un gran cambio para la ciudad, haciendo respetar el principio de autoridad.

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