Comerciantes desconocen cuarentena en el sur
Ya se podía prever que esta cuarentena no iba a ser igual a la primera. Los problemas que arrastran las familias desde el 2020 dejaban en duda si realmente se iban a acatar las medidas del ejecutivo.
El último fin de semana ocurrió una manifestación multitudinaria en el centro histórico de Arequipa. Cientos de trabajadores pedían la anulación del confinamiento.
Todos advertían que las consecuencias económicas eran preocupantes. Por más que el sector salud pedía un confinamiento en bien de la población, este parece no ser un argumento aceptable para los miles de trabajadores que ahora deben pagar deudas y enfrentarse al nuevo año.
El sábado 13 la voz era una sola, sin embargo, solo quedó en una protesta. El confinamiento ya estaba dispuesto y a partir del lunes 15 empezaron los operativos y controles de aforos y horarios de movilización.
Comenzó la semana y el escenario no cambió mucho, el mismo volumen de personas, varios negocios abiertos, incluso en aquellos rubros que no debían funcionar.
Esta vez es diferente, las consecuencias de la pandemia ya han llegado a casi la totalidad de la población. La misma Cámara de Comercio de Arequipa rechaza totalmente la cuarentena. La economía está destruida.
El primer día de confinamiento registró plantones y más protestas. En la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres, varios vendedores protestaron pidiendo que se les deje trabajar.
“Nosotros con la cuarentena ya hemos sido castigados. Si vamos a ingresar otra vez a cuarentena porque las empresas grandes, los malls, las minas, están normal trabajando”, declaraba un comerciante.
El centro comercial Don Manuel también vio a sus trabajadores acatando protestas. Alrededor de 200 vendedores bloquearon la Av. Mariscal Castilla, tuvieron que ser retirados por la policía.
“No queremos bono, ni canasta, solo que nos dejen trabajar”, señala uno de los comerciantes. Aducen que se les está cobrando alquiler y las deudas bancarias amenazan.
Algunos comerciantes se declararon en rebeldía y sacaron sus productos a la calle. De igual manera en el centro histórico se podía ver una afluencia normal de personas y vendedores ambulantes.
“¿Qué vamos a hacer con nuestro pan? Si no hay pasajeros no podemos vender. Ojalá que el Gobierno reconsidere y suspenda la cuarentena”, indicó una comerciante en Cusco, donde la situación es similar.
La cuarentena tampoco parece llegar a Puno, donde la población continuó con sus actividades cotidianas, y hasta las actividades no prioritarias siguen funcionando.
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