Cuando celebrar a los muertos, ayuda a los vivos

DECENAS ACUDIERON A COMPRAR CORONAS EN ALREDEDORES DEL ESTADIO MELGAR

Los comerciantes trabajan arduamente para ganar el sustento.

Por: Freddy Aguilar Sánchez

Alrededor del estadio Melgar, barrio del Cuarto Centenario, suelen realizarse ferias en las fechas más significativas, siendo precisamente una de las más importantes la efectuada por el Día de Todos los Santos, donde decenas de vendedores ofrecen coronas en diferentes materiales para adornar las tumbas de familiares y amigos que han partido al encuentro con el Creador.

La medida dispuesta en el cementerio La Apacheta, que este año prohibió otros arreglos que no sean flores artificiales, ha calzado perfecto al negocio. Es así que, con gran expectativa Luis y Clara, se han instalado en uno de los espacios llevando coronas que varían en color y detalles. “Hemos elaborado decenas y esperamos venderlas todas entre el 1 y 2 de noviembre”, dijeron.

Lucero, es otra de las vendedoras en el estadio Melgar, quien tiene la suerte de estar ubicada en el primer puesto del lado sureste. Indica que si bien su privilegiado lugar le permite despachar una mayor cantidad de coronas, las ventas aún no superan los años previos a la pandemia.

“De esto vivimos muchos, de alquilar un puesto y vender cuando llegan las fechas importantes. Con mucho esfuerzo elaboramos estos trabajos y solo esperamos que sean del agrado del público para que vengan a adquirirlos”, indicó, tras exhortar a las autoridades competentes a ayudarlos a formalizar este tipo de ferias que se realizan de forma eventual durante el año.

En el breve recorrido también ubicamos a la familia de Carmen Salas y Edilberto Medina, quienes llevan alquilando un espacio por más de 10 años. Lucen felices en su puesto por la presencia de su nieto, quien a sus 3 añitos ya ha aprendido a “jalar” gente junto con su joven madre. “Trabajo es trabajo” dice su abuelo, “y es honesto, no como los ladrones del poder”, argumenta.

«No hace falta decir que se trata de un negocio duro, a veces poco rentable, pero los lazos de amistad que se han forjado entre los comerciantes hacen más llevadera la jornada.»