El beneficio en plena crisis
Por: Rodrigo Ojeda Gomez, politólogo
Para el pensamiento contemporáneo, las crisis sociales tienen un mecanismo de aceptación común y más en la comunidad internacional, pero una situación de alcance concurrente en lo que a crisis respecta, lo vemos en el conflicto de medio oriente.
Tengamos claro que el conflicto entre Irán e Israel es complejo y multifacético, con raíces en tensiones políticas, religiosas e ideológicas. Se centra en disputas territoriales, preocupaciones de seguridad y diferencias en las políticas regionales. Las preocupaciones de Israel incluyen el apoyo de Irán a grupos como Hezbollah y Hamas, así como el desarrollo nuclear iraní, mientras que Irán a menudo critica las políticas israelíes en la región y su apoyo a los enemigos de Irán.
El desarrollo del mismo es en gran parte, una forma de represión a los Estados que no forman parte del Líbano y su creencia. Pero a raíz del ataque que tuvo Irán para con Israel debería desencadenar un espacio de represión considerable, aunque, la reacción de Israel a un ataque de Irán dependería de varios factores, incluyendo la gravedad del ataque, el daño causado y las circunstancias específicas.
Israel podría responder con ataques proporcionales contra objetivos militares iraníes o aliados en la región, intensificar la diplomacia internacional para condenar el ataque y presionar por sanciones adicionales contra Irán, o fortalecer sus propias medidas de defensa y seguridad para prevenir futuros ataques.
La respuesta exacta variaría según la evaluación de Israel de la situación y sus objetivos estratégicos a largo plazo. Teniendo en cuenta que el aliado más propicio de Israel en este conflicto es USA, pero el mismo tiene un gobierno en las sobras con justificación diplomática, ya que Biden pronuncia las resoluciones diplomáticas en todo aspecto, de hecho, el espacio de resolución diplomática ayudaría considerablemente a Israel, desde la perspectiva del nuevo orden mundial, pues tendiendo respuestas pacíficas, la ONU tendría sanciones considerables para con Irán, que siendo directamente proporcionales ayudarían a Israel.
Podríamos definir esta “ayuda” en 4 posibles beneficios. Una sanción considerable de la ONU contra Irán podría beneficiar a Israel de varias maneras como, la reducción de la amenaza militar. Las sanciones podrían debilitar la capacidad de Irán para financiar y apoyar a grupos militantes como Hezbollah y Hamas, que representan una amenaza directa para Israel. La presión sobre el programa nuclear iraní. Serían sanciones más estrictas, podrían aumentar la presión sobre Irán para que limite su programa nuclear y permita una mayor supervisión internacional, lo que reduciría las preocupaciones de Israel sobre una amenaza nuclear en la región. El debilitamiento económico de Irán. Las sanciones podrían afectar negativamente la economía iraní, lo que a su vez podría disminuir su capacidad para financiar actividades hostiles contra Israel y sus aliados.
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