Arequipa

Despenalizar: Derechos y luchas pendientes para las mujeres

9 de enero de 2021
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El hito feminista que marcó el 2020 se dio en Argentina, durante la madrugada del 30 de diciembre de 2020, cuando se despenalizó la interrupción del embarazo a través de una ley aprobada en todas las instancias legislativas. Esta ley permite el acceso a condiciones más humanas para abortar por elección y sin poner en riesgo la integridad física ni la libertad.

Hasta antes de esta reciente ley, en Argentina regía desde hace casi un siglo un “modelo de causales” que penaliza el aborto salvo en ciertos supuestos establecidos en el artículo 86 del Código Penal de 1921. Según el mencionado Código, el aborto era legal solo cuando el embarazo pone en riesgo la vida o la salud de una mujer, o cuando es el resultado de una violación.

En todas las demás circunstancias el aborto estaba prohibido. El Código Penal preveía penas de hasta 4 años de prisión para las mujeres que indujeran su propio aborto o que presten su consentimiento a un aborto practicado por un tercero.

El aborto en Argentina, entendido como interrupción voluntaria del embarazo o aborto inducido, será un procedimiento legal pasado los 10 días desde el 30 de diciembre de 2020, luego de que el Senado aprobara el proyecto de ley de interrupción legal del embarazo hasta la semana 14 de gestación.

Este proyecto elaborado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito propone el aborto libre como un derecho hasta la semana 14 (mes 3 de embarazo), y hasta el final del embarazo en tres causales (violación, peligro para la vida/salud física, psíquica y social de la madre, y malformaciones fetales graves).

EL ABORTO EN PERÚ

Si bien Argentina se convierte en el sexagésimo país en el mundo y el séptimo en América en despenalizar el aborto, el escenario en Perú luce polarizado mientras el Estado se arriesga a sanciones internacionales por hacer difícil el acceso a este derecho en las causales por violación o aborto terapéutico.

Algunos casos emblemáticos son los de las ciudadanas Noelia Llantoy y la joven de iniciales L.C. esta última tiene condición de paraplejia después de que una junta médica se negara a operarla por priorizar su embarazo producto de violación. El Estado Peruano se ha disculpado con ambas y debía indemnizarlas después de recibir sanciones en tribunales por los Derechos Humanos.

Según el artículo 119 del Código Penal, el aborto terapéutico puede realizarse “cuando es el único medio para salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y permanente”. Por otro lado, en 2016, el Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas recomendó al Estado peruano garantizar el aborto legal y seguro en todos los casos, especialmente por violación, incesto y malformación. También recomendó que se distribuya de forma gratuita la “píldora del día siguiente” (AOE).

Ese mismo año, el Ministerio de la Mujer reportó que el 34% de niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años víctimas de violación sexual resultaron embarazadas.

En 2019, el instituto de Opinión Pública (IOP-PUCP) por encargo del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (PROMSEX), publico los resultados de una encuesta realizada a mujeres peruanas. Se reportó que, el 19% de las mujeres peruanas entre los 18 y 49 años refirió haberse realizado un aborto.

Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para Sudamérica el 13% de las muertes maternas en el 2008 fueron causadas por aborto clandestino.

OTRAS PROPUESTAS DEL FEMINISMO EN PERÚ

PROMSEX es una reconocida organización no gubernamental feminista en Perú. Esta organización busca contribuir a la vigencia de la integridad y dignidad de las personas en el acceso a la salud sexual y reproductiva, la justicia y la seguridad humana.

Entre las contiendas sociales que realizan están su lucha contra la trata. Buscan educar para prevenir embarazos no deseados que interrumpen el desarrollo de las y los jóvenes y adolescentes trayendo con ello una cadena de pobreza y subdesarrollo. Además de brindar acceso a información e insumos de métodos anticonceptivos modernos.

Esta ONG, una de las más representativas del movimiento feminista peruano trabaja también para que la violencia obstétrica sea reconocida por los sistemas sanitarios y sus profesionales, así como por las propias mujeres. Y sus actividades destacan en denunciar y erradicar la violencia sexual, promoviendo políticas públicas para la prevención y atención integral de las víctimas en servicios de salud públicos.

Las feministas peruanas acogen como suyas estos reclamos en su lucha social, los cuales quedan pendientes para el Bicentenario.

 

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