Autoridades están tomando medidas estrictas para evitar que inescrupulosos comercialicen con el oxígeno. 

Jacquelin Mamani de 49 años intentó recargar balones de oxígeno con receta médica falsa. 

Según la Policía, en el documento figuraba el nombre de María Gonzáles Calcina, supuesta paciente en estado crítico de COVID-19, las iniciales del doctor, A. G. M. R. y la autorización dada el 16 de febrero.

Los especialistas de la empresa Praxair realizaron un cruce de información y verificaron que Gonzáles no tenía historia clínica ni requería el oxígeno por efectos de la COVID-19. 

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De la misma manera, indicaron que el médico que habría autorizado la receta, no dictó ninguna receta en la fecha señalada y realiza trabajo remoto. 

La detenida fue llevada a la comisaría y será investigada por el presunto delito contra la fe pública en la modalidad de falsificación de documentos. 

Este tipo de hechos provocan la escasez del elemento vital para la atención de pacientes COVID-19. Los inescrupulosos revenden los balones a precios excesivos aprovechándose de la desesperación de las personas para atender a sus familiares. 

Con esta modalidad provocan indirectamente que personas con verdadera necesidad no puedan acceder al oxígeno. 

LUCRAN EN LA NECESIDAD

Desde los primeros meses de pandemia se pudo detectar a ciertos individuos que se infiltraron entre las personas que realmente lo necesitaban para formar colas y comprar el oxígeno medicinal.

El modo de operación era simple, desde vender sitios en la cola hasta acaparar las primeras recargas y revenderlas hasta en 10 veces el costo inicial. Las plantas y distribuidoras de oxígeno eran escenarios de estas malas acciones.

Como primera medida, se instalaron vallas de seguridad para ordenar las filas y se empezó a revisar que todas las personas cuenten con documentos que confirmen la necesidad del recurso.

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Sin embargo, el ingenio de los traficantes nuevamente fue descubierto. En lo que va de febrero detectaron a tres personas que serían presuntos miembros de la banda denominada “Los piratas del oxígeno”, ellos presentaban recetas falsas para adquirir recargas del suministro.

De la misma manera hace 1 semana se detuvo a tres presuntos traficantes, que llevaban dentro de un furgón 21 balones de oxígenos. 

Al momento de ser intervenidos por la Policía, los sujetos no pudieron justificar la razón del cargamento. 

Los detenidos por realizar este tipo de actos serán investigados por el presunto delito de acaparamiento, especulación y falsificación de documentos, por el cual podrán ser condenados a una pena mayor a 4 años. 

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