EDITORIAL DOMINICAL: LOS TEMAS QUE INTERESAN AL PAÍS

En el corto plazo que de aquí existe al 10 de abril, es obligación de los candidatos a la Presidencia de la República de exponer a ciudadanos, en su mayoría desinformados, sobre lo que se proponen hacer si son favorecidos por voto mayoritario y gobernar el Perú desde el 28 de julio de este año, al mismo día y mes del 2021.

Debe quedar atrás todo lo que ha significado convertir el proceso en interpretaciones, antojadizas en algunas casos, de tratar temas reglamentaristas derivados de una ley que no se quiso revisar en su oportunidad y que ahora es una camisa de fuerza, de la que no se librarán ni los postulantes ni tampoco los Jurados Electorales Especiales, y a su turno, el Jurado Nacional de Elecciones.

Se trata ahora, de tocar temas puntuales como la inseguridad colectiva, la desaceleración económica, la garantía a la inversión nacional o extranjera y la manera de lucha efectiva y realmente contra la corrupción, que son asuntos que interesan a todos, y sobre los cuales hay demanda de esclarecimiento.

A partir de ahora, lo único discutible por tratar es la forma de solucionar lo que es problema grave de un país que se detuvo en crecimiento y que desperdició oportunidades cuando estuvimos en época de vacas gordas y no se intentó diversificar el desarrollo, no dependiendo exclusivamente de la extracción y uso de recursos naturales.

Ese crecimiento debe ser, ahora sí, descentralizado y bien harían los centros de formación superior universitaria en procurar formar profesionales especializados en desarrollo y administración pública, para que sean sus egresados, eficientes y válidos para el mejor manejo de la administración estatal, regional y local.

En vísperas de elecciones, las pasiones deben ser dejadas de lado, pero de ninguna manera el intercambio de ideas y experiencias, entre quienes aspiran a dirigir los destinos patrios con sobriedad, espíritu fraterno y voluntad de entendimiento.

La hora de las sorpresas electorales ha pasado, y ahora hay que jugar con todas las cartas sobre la mesa en el afán y búsqueda de lo mejor.