Especiales

El calvario de los niños con TEA en las fiestas de fin de año

12 de diciembre de 2021
Pueden entrar en shock y convulsionar.

POR : CINTHYA HOLGUINO 

Las fiestas de fin de año están pronto a celebrarse y son el pretexto perfecto para usar los fuegos artificiales, pero mientras para la gran mayoría de personas es felicidad, para los niños que padecen del Trastorno de Espectro Autista (TEA), es un calvario.

La hipersensibilidad auditiva es la razón que impide a estos menores tolerar los artefactos explosivos en estas épocas de año. Esto significa que los ruidos fuertes les afectan más que a cualquier persona.

Suelen ser situaciones de ruidos fuertes y niveles acústicos altos, por encima de los 120 decibeles. Los ruidos que superen esa medida son dañinos para toda la población, y especialmente para niños con TEA.

Asimismo, el cerebro de la mayoría de las personas puede decidir que sonidos ignorar para priorizar aquellos que realmente importan. Sin embargo, los menores con el espectro autista debido a la hipersensibilidad auditiva escuchan todo al mismo tiempo y volumen que no les permiten concentrarse.

Por tal motivo puede generarles gran estrés, crisis de ansiedad, algunos pueden entrar en shock y convulsionar lo cual convierte estas fechas en momentos de sufrimiento para ellos y quienes los rodean.

Esto es lo que ocurre con los pirotécnicos, cuyas explosiones atormentan al 95% de niños con trastorno del espectro autista (TEA), según manifestó Julissa Castro, médico psiquiatra del Hospital Víctor Larco Herrera del Ministerio de Salud (Minsa).

La especialista, Myriam Velarde Incháustegui, directora ejecutiva de Apoyo al Diagnóstico y Tratamiento del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN), aconseja a los familiares de niños con TEA procurar acostarlos antes de la medianoche y en una zona de la casa donde el ruido es menos intenso.

Es importante saber que de acuerdo con el tipo de grado de TEA que el niño presente dependerá su reacción.

Por ello muchas madres optan por colocarles audífonos con la música de su agrado para atenuar el ruido externo o también colocarles tapones a los oídos, tomarles la mano y quedarse con ellos hasta que todo pase.

El trastorno del espectro autista (TEA) hace a los niños muy sensibles en muchos aspectos, pero los ruidos son los más invasivos, especialmente el de los pirotécnicos que pueden desencadenar una tragedia. Es verdad que a pesar de que muchas organizaciones piden prohibir la comercialización de estos artefactos, es casi imposible que suceda. Pero debemos tener en cuenta que nos solo los niños con TEA son los afectados, también los ancianos, y a los perros.

 

Compartir


Leer comentarios