Fiesta de la Guagua, una tradición que perdura en el tiempo
Cada año se venden bizcochos de diversos tamaños y sabores.
Por: José Mario Justo Pacheco
Arequipa es una ciudad que guarda celosamente un cúmulo de tradiciones, anécdotas, fiestas religiosas y populares, entre otras circunstancias que le han servido para mantener en forma permanente una cultura viva. De allí que los arequipeños están orgullosos de sus costumbres y tradiciones, que se han transmitido de generación en generación, por lo que les encanta celebrarlas con coloridos festivales y eventos.
Es en ese sentido que todos los días de noviembre son perfectos para realizar una celebración donde se combinan tradiciones locales con un elemento básico de la alimentación global: el bizcocho de harina en forma de bebé denominado guagua (del quechua niño) con su tradicional careta en variadas presentaciones (rellenas o no). Se trata de la Fiesta de la Guagua, donde se rinde homenaje a los deliciosos panes dulces en forma de cuerpo de niño con su careta identificatoria, las cuales hay de diferente tamaño y con variantes en sus adornos a gusto del cliente, sobre todo si servirá para el bautizo, una representación jocosa del sacramento.
La introducción efectuada nos ha de servir para recordar cómo es que se daba paso a tan expectante ceremonia que reunía a familiares y amigos, con el fin de pasar momentos alegres personificando a los protagonistas del acto festivo. La acción se inicia cuando una pareja decide comprar una dulce y bella guagua de harina a la cual buscan darle un bautizo como Dios manda, procediéndose a designar al cura, el papá y la mamá de la guagua, los padrinos, así como todos los que asistieron a la fiesta en calidad de testigos.
El cura es quien conduce la ceremonia de bautizo, la misma que debe estar bien rociada del rico vino, cuyo ritual va entre bromas, chistes, anécdotas, cuentos y chismes de como los padres hicieron la guagua, en qué lugar sucedió, si alguien los vio, haciendo participar a los presentes, echando agua bendita y pronunciando oraciones, maldiciones y bendiciones, entre otros.
La representación finaliza al cortar en pedazos pequeños la guagua bautizada para que coman todos los presentes en señal de satisfacción, culminando con los ingredientes que corresponden a una fiesta como son el baile y la bebida.
EL BAUTIZO Y LA COMEDIA Recibe este pequeño obsequio que recuerda a la tradición que tenemos los arequipeños de generación en generación. La “guagua” es el fruto del amor así como los padrinos son los “responsables” de la menor y juntos han de responder por ello ante el Señor. Queda pues el compadrazgo firmado los esfuerzos de padres y padrinos se han aunado para tener una ahijada fuerte, saludable y bien educada. Salud pues compadre, brindemos por la tradición que siempre deja una pequeña lección, que para esta ocasión; es la oportunidad de hacer una buena acción. Estará entonces el padrino, en deuda comprometido de brindar apoyo al amigo que en compadrazgo ha devenido, y no quedar en el olvido, como compadre mal avenido. En espera Tres años han pasado desde que asumiste la misión de dar protección y trabajo a aquel que diste la unión. Aquí estoy pues compadre esperando la colación, y que tú me asegures que ya tengo una nueva obligación. La “guagua” que apadrinaste ya huele a requesón por eso no se contenta con una sola alimentación. Acepte usted compadre el agradecimiento general de toda la familia y de la ahijada en especial.
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