Arequipa

Hablemos a la izquierda en Arequipa

10 de enero de 2020
Foto: Pedro Pablo Kuczynski

Este domingo 26 de enero se escogerá a 130 parlamentarios para el Congreso de la República del Perú, es una campaña corta pero significativa, que si lo enfocamos en el marco de la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de las instituciones, se podrá tener un voto coherente de acuerdo a las y los candidatos que propongan ello, no medidas populistas.

Arequipa dentro de un ámbito geopolítico se ha caracterizado por ser contestaría a un nacionalismo centralista limeño, en contra de las dictaduras y generando un pensamiento progresista que impulsaron diferentes reformas dentro del Estado en la historia republicana. La pregunta podría caer de la siguiente manera: ¿Las revoluciones gestadas en el sur y en Arequipa tienen pilares izquierdistas? ¿El ser contestatarios de acuerdo a decisiones centralistas quiere decir que el Sur del Perú se considera a la ciudadanía de izquierda?

En las marchas siempre se escucha decir: ¡Arequipa revolución, Arequipa revolución, Arequipa revolución! El departamento y el sur del Perú tienen particularidades conocidas a nivel nacional, donde hay puntos de análisis relevantes, moviéndonos en un plano electoral y de campaña en la actualidad es importante ver los antecedentes de elecciones pasadas para ver las tendencias del voto por departamento y a nivel nacional, para contribuir del análisis si somos o no izquierdistas.

Entonces para poner un ejemplo, en el 2016 Pedro Pablo Kuczynski alcanzo la mayoría de votos en Arequipa, siendo un candidato que promovía: un modelo de libre mercado, un Estado facilitador de la inversión privada, los lobbies tenían que ser parte de la política pública y un fortalecimiento de las instituciones, quedando en segundo lugar por Arequipa Verónica Mendoza: proponía un Estado regulador para las empresas privadas, cambios constitucionales o cambio de constitución y una política de ordenamiento territorial basado en la descentralización, entre otras cosas ambos candidatos.

En la política local es otro el panorama, en el 2018 cambia la tendencia del voto, siendo Elmer Cáceres Llica el ganador del Gobierno Regional de Arequipa en las elecciones municipales y regionales a Javier Ismodes, y era de conocimiento de la opinión pública que Elmer tiene posturas populistas de izquierda, siendo confeso seguidor de Hugo Chávez y Evo Morales, pero su fuerte era las reivindicaciones que reflejaba el candidato, como por ejemplo: migrante, postura descentralizadora y la capitalización de la guerra de la discriminación entre los citadinos y los del campo (hay una férrea teoría marxista que viene desde el siglo XVIII), orientando al elector a un voto emocional a causa de una ruptura social amparado en las desigualdades, que un voto racional amparado en: propuestas viables, trayectoria personal del candidato o candidata, trabajo profesional y un luchador por la justicia social.   

Acercándonos poco a la respuesta de las preguntas se podría concluir en el análisis que se tiene simpatía por la izquierda popular por parte de la ciudadanía en general, no militancia sobre los pilares que impulsa esta corriente política ideológica (discutible también), todavía no se tiene una ciudadanía abandera de postulados políticos y manejo de teórica política. Como la advertencia que hizo José Carlos Mariátegui, “ni calco ni copia”, refiriéndose a las y los apasionados revolucionarios idealistas, de sueños rotos que lo ven como mesías, pero tergiversan sus paradigmas y postulados.

Es importante hablar de cada uno de los 7 ensayos que escribió Mariátegui, empezar a desestructurarlo, buscar semejanzas con nuestra realidad, ver lo puntos de quiebre en la historia, la vigencia de los problemas a inicios del siglo XX en el Perú. Como se lo propuso el sociólogo Aníbal Quijano, proponiendo “¿porque reflexionar sobre Mariátegui?” Y ¿Qué tan vigente esta? Estas preguntas pueden ser retoricas para ver la relevancia del pensador peruano, para contestar estas preguntas es necesario buscar los puntos importantes relacionados con el problema del indio y de la tierra, sentando sus bases en el plano económico que planteo el amauta.

Mariátegui hoy en día está vigente en el 2020, por los problemas contemporáneos no han cambiado en su esencia con los encontramos en la realidad peruana del siglo XX, los problemas de centralización y regionalización, la religión con un fuerte apego al estado peruano, no hay una burguesía peruana progresista al mismo nivel que la burguesía extranjera, entre otros. La vigencia de Mariátegui está en sentar las bases de diversos problemas y temas de política nacional hoy en día.

La coyuntura económica que vivió y vive el Perú desde la colonia en el periodo del guano y del salitre, el boom de las materias primas, la minería en el Perú, nos muestra un problema grave de la economía peruana, no hay diversificación de la producción, ni rubros en igual potencialidad, manteniendo los tipos de economía que decía Mariátegui “la feudal, la economista indígena y la burguesa”

“La solución del problema del indio tiene que ser social. Siendo sus realizadores los mismos indios”, “a los indios les falta vinculación nacional. Sus propuestas han sido regionales”. Y eso mismo pasa con nuestra política local y regional, no construyendo paradigmas de izquierda, derecha o centro desde el entendimiento y uso del concepto, trasladado en una realidad propia del ciudadana y ciudadana.

Entablando como por ejemplo la organización política “Juventud Socialista” en Arequipa, un grupo anarquista sin propuesta a los problemas que su mentor planteado en los “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”, mucho menos conocimiento de la problemática local y regional, agrupación política infaltable en las marchas sin importar cuales sean, posturas populistas, sin ningún ánimo de tender puentes para llegar acuerdo en base al bien común, si esta es la izquierda en nuestra región hay que erradicarla, por una con propuesta y dialogo, donde no haya lideres perennes sino rotativos.

Lucas Z. Granda
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