Arequipa

Homenaje a Víctor Turpo, maestro de la pintura arequipeña

26 de julio de 2020

El maestro Turpo fue un artista de talla, un artista internacional llevó el nombre de Arequipa y del Perú al extranjero.

El maestro Víctor Turpo fue un pintor de prestigio nacional e internacional, un prohombre que ocupa un sitial en la pintura nacional e internacional. Nació en Puno un 6 de enero de 1942 pero fue arequipeño por derecho propio, porque se formó en nuestra tierra, por su amor a Arequipa y sobre todo porque sus excepcionales cualidades profesionales y sus grandes cualidades humanas le confieren con creces el derecho de llamarse arequipeño.

Por Mag. Julio Lopera Quintanilla

Centro Cultural UNSA

Desde niño Turpo tuvo una inclinación auténtica y natural hacia el arte. En el campo de la pintura se formó profesionalmente en la Escuela Regional de Arte Carlos Baca Flor de Arequipa. Perteneció a las primeras promociones de la institución y formaba con Luis Palao y con Mauro Castillo una pléyade brillante.

Víctor Turpo tuvo un gran talento, estudió además arquitectura, concluyó su formación y se graduó y se tituló en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de San Agustín en la Especialidad de Diseño Estético interior y Exterior, siendo reconocido en la Facultad como uno de los alumnos más destacados.

Se hizo acreedor a la medalla de oro de la Escuela Regional de Bellas Artes en 1968, al Primer Premio ICPNA en el Concurso Regional de Arequipa por su obra “Aluvión del Huáscar” en 1970 entre otros importantes premios. Asimismo, desempeñó el cargo de vicepresidente de la Asociación Peruana de Artistas Plásticos. Fue amigo de los eminentes artistas Guayasamín, Víctor Delfín, Víctor Humareda y los reconocidos críticos de arte Jorge Bermuy y Mariano Paz Soldán.

Turpo fue un artista de talla, un artista internacional llevó el nombre de Arequipa y del Perú al extranjero. Participó en diversas exposiciones individuales y colectivas en Europa particularmente en Italia, España, Suiza y Portugal así mismo en Japón y Estados Unidos del mismo modo en varios países latinoamericanos como Venezuela, Ecuador, Puerto Rico entre otros.

El motivo de preocupación e interés de la pintura de Turpo fue nuestra ciudad, pues la temática de nuestro artista recreaba   siempre el marco arquitectónico de la ciudad blanca; sus calles, las fachadas de Arequipa, las cocinas, los fogones, el monasterio de Santa Catalina, el  Misti y la campiña arequipeña particularmente  Sachaca, Huasacache, y Tiabaya. Víctor Turpo pintó también en Puno y en Bolivia, en Cochabamba, allí se interesó por los románticos tejados potosinos. Luego su temática cambia y se orienta hacia el trabajo de los bodegones particularmente de las flores.

La técnica que trabajó fue el óleo. Su paleta es limpia, la pincelada es su trazo es seguro y ágil, nunca utiliza carboncillo ni lápiz y mancha. Manchaba siempre, iba sombreando los colores y luego los empastaba. Su textura es pastosa, tiene bastante empastado hasta llegar a la aspereza, trabaja con los sienas y los sepias con verdadera maestría, sus tonos son pardos. Después se abre un nuevo capítulo en su desarrollo artístico y cambia, desde allí el expresionismo señala su factura. Comienza a utilizar entonces los colores brillantes, pero sin abandonar el color local, tiene una producción prolija y es como artista un verdadero prodigio.

Turpo quien recibió la influencia de Julio Morales Velarde y de Luis Palao Berastain. Fue un pintor que unió a su gran talento un conocimiento profundo de la pintura, es un pintor ágil, rápido, un hombre muy esforzado que tuvo sus objetivos muy claros y una voluntad a prueba de fuego. Todas estas características le posibilitaron alcanzar un gran éxito.

Nuestro artista como ser humano era un hombre muy cordial y alegre, pero sobre todo desprendido que nunca albergó en su corazón egoísmo y no obstante la enorme valía que tenía mantuvo lejos de su espíritu a la soberbia y fue más bien siempre sencillo en su manera de ser. Abría las puertas de su corazón y de su taller a todos los artistas y de modo particular a los jóvenes a los cuales trasmitía sus enseñanzas con una generosidad muy grande.  

Turpo sin lugar a dudas, es un pintor señero, emblemático, un paradigma y un modelo para las generaciones de jóvenes que se están formando profesionalmente en el camino del arte en la academia arequipeña y es un referente a seguir dentro de la tradición arequipeña.

DATO

La Oficina Universitaria de Promoción y Desarrollo Cultural de la Universidad Nacional de San Agustín que dirige el doctor Freddy Hurtado rinde un cálido y merecido homenaje a este ilustre artista cuya irreparable desaparición que tuvo lugar este martes 21 de julio deja un hondo vacío muy difícil de llenar en la plástica nacional.

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