El comercio ambulatorio gana espacios al Centro Histórico

Los vendedores aprovechan la poca vigilancia municipal en el Centro Histórico.
La presencia de vendedores ambulantes en el Centro Histórico es cada vez mayor, sobre todo en zonas con poca vigilancia municipal y cerca a sectores comerciales, donde hay gran fluidez de peatones.
Así ocurre en el entorno del mercado San Camilo y del centro comercial Siglo XX, entre otros complejos comerciales situados en el Cercado. Igualmente, las calles San Juan de Dios, Piérola, Tristán y otras.
Algunos informales llegan a instalarse en las vías, dependiendo de los productos que expendan como artículos de limpieza y para el hogar, mientras que otros dedicados a la venta de prendas de vestir, utilizan puestos móviles o incluso cochecitos de bebé para no permanecer en un solo sector.
La intervención de los vendedores aumenta en horas de la noche en las calles peatonalizadas que bordean la Plaza de Armas, como Mercaderes y San Francisco que son ocupadas por comerciantes de ropa y otros artículos, luego que la mayoría de los negocios allí ubicados cierra sus puertas.
En este panorama destacan los ciudadanos extranjeros, especialmente venezolanos, que acompañados de sus parejas, hijos y hasta mascotas, venden dulces, bolsas de basura o simplemente piden limosna en la plaza principal y en otras transitadas vías de la Zona Protegida.
En diciembre se prevé que aumente la cantidad de comerciantes informales, considerando la proximidad de las fiestas navideñas, por lo que se espera un mayor control municipal.



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