Cultura

ADIÓS 2020: LA RESPUESTA DEL ARTE ANTE LA PANDEMIA

1 de diciembre de 2020

El pasado viernes 27 el Centro Cultural Peruano Norteamericano inauguró la muestra colectiva Adiós 2020 con la participación de artistas plásticos de gran trayectoria a nivel nacional. Margarita Checa, Ana Osorio, Rosamar Corcuera, Ángel Valdez Rosales, Ricardo Córdova, Ramiro Pareja, Javier Rodríguez, Ignacio Macha y Hernán Sosa reúnen una serie de obras en distintas técnicas y propuestas cuya característica común es referirse al difícil e incierto 2020 vivido. La muestra puede apreciarse en la página oficial de Facebook “https://www.facebook.com/CCPNA”.

Por: Alejandra Lopera Quintanilla

El 2020 ha sido un año, que, si bien auguraba bonanza, equilibrio y belleza, se transformó en el año de más incertidumbre en la historia del hombre moderno. Como nunca antes una pandemia atravesó las fronteras, viajó en avión, en tren, en coche y llegó a todos los rincones de la tierra. El ser humano que se creía invencible, casi inmortal, conocedor de todas las certezas y las respuestas se congeló en la incertidumbre y el miedo, el miedo a la soledad, a la muerte, a las dificultades económicas, el miedo a lo desconocido. Y en este panorama en que la ciencia no trajo respuestas, el quehacer artístico se presenta como una respuesta natural. El arte, más allá de su función estética, se convierte en una reacción del ser humano frente a la realidad, tal como lo fuera para sus congéneres hace treinta mil años en las cuevas de Chauvet o hace ocho mil años en las cercanas cuevas de Sumbay. El arte, en palabras del Maestro Ramiro Pareja, “se convierte en una herramienta para manifestar emociones y sentimientos, que se convierte a la vez en una manifestación del sentir colectivo, y asume la función de compañía en el aislamiento y de catarsis ante la situación”.
Ramiro Pareja Herrera, destacado artista plástico arequipeño estudió pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, restauración y conservación en La Escuela de Restauración de Madrid y diseño e ilustración en la Hochschule für Angewandte Kunst de Viena. Ha realizado innumerables muestras individuales en Latinoamérica y Europa, domina todas las técnicas con gran maestría y las utiliza al servicio de la expresión. En esta oportunidad presenta una serie de dibujos con tinta que reflejan sus sentimientos ante la incertidumbre y el encierro: “Nunca he tenido la certeza de percibir al Arte en una función tan puntual y cargada de sentido, como salvador y sanador. Es decir, regresar a su estado primigenio. Encontrarnos y reconocernos como especie. Frágiles y asustados sí, pero resistiendo e intentando defendernos”.

Margarita Checa es además de grabadora, dibujante, y una de las más notables escultoras de la plástica nacional. Estudió en la Facultad de Arte de la Pontificia Universidad Católica del Perú, graduándose con honores. Fue alumna de la escultora italiana Anna Maccagno, de Adolfo Winternitz, de la escultora Cristina Gálvez y del pintor Leslie Lee Crosby. La artista refleja el miedo y la incertidumbre ante una situación nunca antes vivida: “No sé qué hilo jalar para hacer de este escrito algo coherente, todo lo que pasa a mi alrededor lo desconozco, solo puedo tener registros de sensaciones y junto con estos, preguntas sin respuestas”. Apuntes a lápiz realizados en los meses de aislamiento presentan a personajes desvalidos y apesadumbrados en su desnudez, cuya tristeza conmueve y nos identifica. Su soledad, su desconfianza y terror nos es conocida y apelan a nuestros más profundos temores.

Ricardo Córdova Farfán es un reconocido artista y académico arequipeño con más de 40 muestras individuales en el Perú y el extranjero, cuya obra se caracteriza por una permanente búsqueda y renovación. Domina igualmente el dibujo, la acuarela, el óleo y las técnicas mixtas caracterizándose por la coherencia y continuidad entre sus propuestas.

Artista solitario y melancólico vive la pandemia refugiado en su taller y en los quehaceres que ama como la pintura, la lectura y la música, su permanente compañía. Descubre en el aislamiento el placer de la jardinería como escape a la incertidumbre. Si bien los primeros meses de aislamiento lo perturban pronto encuentra la comodidad de su nueva realidad, refugiado en el arte y la naturaleza. Presenta tres obras de fina factura en técnica mixta: pluma, collage y acuarela, las tres totalmente distintas en estilo a través de la figura humana, retrato y naturaleza, pero que tienen en común la representación de los refugios del artista ante el aislamiento.

Javier Rodríguez Canales, artista plástico discípulo de Cristina Gálvez y Margarita Checa, con estudios de Maestría en Artes en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha realizado más de diez exposiciones individuales en el Perú y el extranjero. Es además de artista un académico de sólida formación que sustenta su obra a través de una propuesta filosófica y existencialista. Para esta muestra trae una serie de dibujos a lápiz cuyos personajes, por distintas razones a través de la historia viven distintas formas de aislamiento en algunos casos voluntarios: los sentineleses, cazadores y recolectores en la isla de Sentinel, al sur de la India, que resisten todo contacto con la civilización, los menonitas que rechazan al estado y a la vida moderna y un niño, que perdido fue criado por los lobos, y una vez rescatado no logró aprender una sola palabra. El artista se pregunta como aprenderemos los humanos a relacionarnos nuevamente después de haber vivido aislados por siete meses a través de estos tres dibujos cuyos personajes reflejan soledad, tristeza y resignación, y aun así, se resisten a establecer contacto con el mundo.

Ángel Valdez Rosales, artista plástico y curador, con estudios en la especialidad de Antropología en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, presenta una única obra de gran formato titulada “Caldo de Cultivo” (acrílico sobre lienzo) . Si bien esta obra fue realizada el año 2003 nos habla de un paralelismo visual entre las doce plagas que agobian a la humanidad y los cuatro componentes de nuestro sistema inmunitario. Contrapone la visión de Pasteur quien afirmaba que los agentes patógenos ocasionan la enfermedad y Bernard sostenía que a nuestro cuerpo ingresan miles de patógenos y la enfermedad se desarrolla si se dan las condiciones. Hace a partir de esta reflexión una analogía con la forma que tiene la sociedad de enfrentar las crisis, abogando por una sana convivencia que concilie ambas visiones.

Integran también la muestra las Vírgenes Andinas de la ceramista Rosamar Corcuera, con estudios en la Facultad de Artes Plásticas de la Pontificia Universidad Católica del Perú y en los talleres de Cristina Gálvez y Miguel Ángel Cuadros. La artista Ana Osorio, egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes presenta una serie titulada Bitácora Urbana, trabajada durante la pandemia, una visión muy personal de la ciudad. Los cuadros en técnica mixta: óleo, acrílico y materiales reciclados, representan graffitis urbanos de una ciudad caótica que se resiste al aislamiento.

Ignacio Macha, licenciado en Arte con especialidad en Pintura por la Pontificia Universidad Católica del Perú (1979-1984).y docente de la misma institución presenta una serie de dibujos en tinta sobre papel desde el nuevo universo en que se convierte para él, su hogar. Con una serie de dibujos de pluma sobre papel representa rincones de un hogar en interiores cuyos objetos se convierten en personajes con vida propia, personajes tortuosos, estructuras de fierro que reflejan una cierta intranquilidad pese a la aparente calma. Una inquietante representación del Oriente apela al origen del mal que aqueja a todo el planeta.

Finalmente, el acuarelista arequipeño Hernán Sosa presenta tres acuarelas transparentes, en un estilo muy propio en el que el recorrido del agua y los efectos de corte se integran a la estructura de la figura humana. Las acuarelas tituladas Distanciamiento social y Traslúcida tiene como protagonistas a mujeres en situaciones opresivas y solitarias que reflejan la ansiedad del ser humano frente a lo desconocido.

Así, a través de la visión de estos grandes artistas peruanos, se resume el sentir colectivo de los artistas en tiempos de incertidumbre. Algunos pensadores afirman que es justamente en tiempos de crisis, como, en forma de respuesta o de escape, la genialidad del artista florece. Así, por ejemplo, una corriente tan importante como el expresionismo alemán surge y se fortalece en las difíciles décadas entre las guerras mundiales. Como podemos observar en esta muestra la forma como reacciona el artista ante la realidad es diversa. Cuando esta realidad es caótica, no siempre se ve reflejada en la obra del artista, sino que es posible que sea evadida adrede: el artista pinta lo que desea ver a través de sus ventanas y no lo que se ve.

Finalmente, no es obligación del artista representar lo que ve y lo que pasa, antes que ser fiel a la realidad el artista debe reflejar sus propios pensamientos, sentimientos y búsquedas interiores. Las visiones de nuestros artistas reflejan entonces emociones encontradas: del sosiego, la tranquilidad del taller en el que han sido confinados, al grito no escuchado de personajes lúgubres, melancólicos o solitarios. El contenido de esta producción nos deja entrever que esta pausa de la vida real puede haber sido provechosa para el artista, quien mientras el resto del mundo pierde su libertad, éste recupera su libertad creativa y se da un respiro de la cotidianidad que a veces puede ser asfixiante.

DATO
El 2020 ha sido quizás el año más difícil para la humanidad, el año en que las fronteras se borraron y el dolor fue uno solo, y el grito fue uno solo. Ese grito se escuchará en las generaciones venideras a través las obras de arte producidas en tiempos de pandemia. A través de la visión de nueve grandes artistas, algunas optimistas, otras de intenso pesar e incertidumbre resumimos el sentir de un pueblo frente al 2020. Un pueblo llamado humanidad.

 

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