Agricultura

Arequipa es el primer productor de ajo en el país y busca mercados

22 de noviembre de 2020
Ajo arequipeño busca mercados internacionales.

Arequipa es la primera región productora de ajo del país y de la mejor calidad, hasta con un 68 % de la producción nacional, el inconveniente es el acceso a los mercados para poder ejercer un mejor comercio y a buen precio, ya que solo el 30 % de lo que se produce está destinado a la exportación, en países que no abarca China.

Roxana Ortiz A.

En Arequipa, donde más se produce ajo, es en el valle de Tambo, de las doce mil hectáreas cultivables que hay en la zona, unas dos mil son destinadas para este producto, con un rendimiento promedio de 10 toneladas por hectárea, explicó Jonathan Bravo de Rueda, especialista en comercialización del ajo y en comercio agrario de la Gerencia de Agricultura.

De las 17 000 toneladas de ajo exportable por año, generalmente se le resta un 30 % por baja de peso, merma y otros, ajo que tienen que reunir las exigencias del mercado internacional, cumpliendo todos los parámetros.

El ajo que se cultiva en Tambo, Arequipa, La Joya, El Pedregal, Santa Rita, se va a los mercados de Brasil y Estados Unidos, el de la variedad tipo chino o ajo blanco que son de mejor calidad; mientras que el de variedad napurí se destina para México, Ecuador y Colombia.

El 70 % del ajo que no es exportable se va para cubrir la demanda nacional para consumo y también para semillas. Generalmente, dice el especialista, el ajo tiene un buen precio en los mercados, especialmente cuando a países como China le va mal, o cuando por problemas climáticos baja la producción en Huancayo o Apurímac.

EL NEGOCIO DE LOS INTERMEDIARIOS   

El problema de los agricultores en el país, es la falta de apoyo del Gobierno para realizar una siembra programada de productos, es decir, que los hombres de campo sepan con una mayor aproximación cuál será la verdadera necesidad del mercado. Generalmente se hace la siembra por costumbre y en muchos casos, productos como la papa, la cebolla o el tomate estoquean los mercados por la gran cantidad y el precio baja sustancialmente; pero en el campo, en los mercados el costo sigue igual. Son los que están en medio de la cadena productiva, los llamados intermediarios, los que salen ganando.

Son comerciantes mayoristas con un gran capital, que adquirieron grandes camiones y van a las chacras a comprar el producto, generalmente a menos de una tercera parte del precio de los mercados. Los agricultores no tienen otra alternativa que vender, de lo contrario, en unos pocos días, se les puede malograr y pierden todo.

DATO

Muchas veces, se han visto en la obligación de tener que deshacerse del producto, metiendo un tractor y que quede como parte del abono de la tierra o regalarlo a la gente, porque más les cuesta contratar a personal para cosechar, que lo que ganará con la venta.

Si es que algún agricultor decide transportar su producto directo a los mercados, no encuentra la forma de venderlo, les ponen una serie de vallas que todo el esfuerzo desplegado, resulta vano.  

En el caso del ajo, explica Bravo de Rueda, los mayoristas compran el kilo a 6.5 el kilo de mejor calidad y a los mercados llega en 8 soles a más, con reventa al público de 10 soles. Los costos por flete, combustible y otros les resulta por kilo, unos 50 soles, mientras todo el resto es ganancia. Por cada camión pueden obtener como mínimo de utilidad, 30 mil soles.

AJO A SANTA ANITA

El mercado mayorista de Santa Anita en Lima, abastece a unos 13 millones de personas de la capital y el Callao y se ha logrado establecer, entre la Gerencia de Agricultura y los administradores un convenio para el abastecimiento directo del ajo, con el objetivo que los productores de Tambo, puedan venderles directamente la cosecha que está en curso.

No es un convenio exclusivo para Tambo, aclaró el especialista en comercialización, sino que se ha dado el mismo, justo cuando en este valle se está cosechando, sino también se hubiera dado la oportunidad a Chivay, Santa Rita o La Joya que han cosechado desde julio.

A este mercado, explicó, ingresan un promedio de 200 camiones por mes con ajo, especialmente de Barranca, Lima, Andahuaylas, Cusco, Abancay, Apurímac y de Huancayo, este último de muy buena calidad después del arequipeño.

Muy al norte del país, no se puede cultivar, debido al clima; pero este año, la producción por el cambio climático ha bajado considerablemente la producción casi a la mitad, por lo que en los mercados de Lima los precios han subido y esta es una oportunidad para que el ajo arequipeño pueda ocupar ese vacío.

EXPORTACIÓN

Si bien se logra exportar el producto, es una mínima cantidad respecto a la producción que tiene China, por ejemplo, y que abastece a la gran cantidad de países del mundo. Los problemas con el coronavirus y con Estados Unidos, que le puso un antidoping de 35 %, hizo que el país asiático redujera al mínimo sus costos.

Sin embargo, según Bravo de Rueda, de igual forma es difícil competir, por el gran avance tecnológico que tienen y la mano de obra barata; pero se deben aprovechar ciertas circunstancias, como el que tuvieron un grupo de productores a quienes asesoró para llevar ajo hacia Brasil en 12 contenedores.

Brasil consume gran cantidad de ajo, es uno de los principales ingredientes de su gastronomía y China no pudo proveer por sus problemas, así que se enviaron de Perú los contenedores y hasta les permitieron ingresar sin ninguna restricción, solo con el visto bueno del SENASA, comentó el especialista. El problema es que la producción de nuestro ajo, aún es muy costoso por el tipo de siembra y riego que se tiene, dijo.

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