¿Cuál democracia?

Por: Manuel Abraham Paz y Miño, Filósofo

En estos días previos a la elección de la próxima o el próximo presidente del Perú, se habla mucho que los que están en competencia son, supuestamente, por un lado, una candidata que representaría y defendería la democracia, y, por el otro, un candidato que encarnaría el socialismo y el comunismo y, peor, el terrorismo.

En un artículo anterior ya hemos hablado de lo que significa el comunismo así que ahora nos toca hablar de la democracia.

La democracia, el poder del pueblo en griego, ya se practicaba en la antigua Atenas, con los hombres libres como los únicos votantes en las asambleas ciudadanas donde se excluía a los esclavos, los extranjeros y las mujeres.

Solo recién en el siglo XX, se estableció alrededor del mundo, a excepción de algunos países, el voto universal, así como otros derechos, que incluía el de las mujeres, las minorías raciales y los analfabetos.

Actualmente, según el modo de participación ciudadana, la democracia puede ser: liberal o pluripartidista (basada en los derechos y libertades del individuo), popular o unipartidista (propia de los gobiernos marxistas con la ilegalización de la oposición), indirecta o representativa (cuando los ciudadanos eligen a quienes les representen en la toma de decisiones), semi directa o participativa (cuando los ciudadanos participan a través de referendos, plebiscitos, iniciativas y destituciones populares en la toma de decisiones), o directa o asambleísta (cuando los ciudadanos participan en la toma de decisiones en asambleas sin elegir representantes).

Ahora bien, la democracia liberal representativa y real de la civilización occidental, de la cual formamos parte, adolece de ciertas debilidades y defectos que la pueden transformar en democracias nominales o solo de nombre.

Entre estas desviaciones de la democracia están: la plutocracia o el gobierno de los ricos, cuando los grupos de mayor poder económico logran que los candidatos que defienden sus intereses, ganen las elecciones y gobiernen para ellos, financiándolos con propagandas millonarias; la partidocracia, cuando sólo participan de las elecciones los grandes y viejos partidos, no permitiéndose que lo hagan los pequeños y nuevos, para así turnarse en el poder; y la oclocracia o poder de la muchedumbre, cuando se manipula a las masas, carentes de sentido crítico, para poder, de ese modo, gobernarlas.

Dicho todo esto caros lectores, ¿cuál tipo de democracia creen ustedes que ha predominado en nuestra historia, que aún persiste y que, según se dice, está en peligro?