Judíos británicos advierten que el trato de China a su población minoritaria uigur tiene ecos escalofriantes de genocidios pasados.

Celebrado cada año el 27 de enero, el Día Conmemorativo del Holocausto conmemora a las personas asesinadas sistemáticamente por la Alemania nazi de Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial: seis millones de judíos, muchos romaníes, discapacitados y otros, así como a las víctimas de genocidios posteriores en Camboya, Ruanda, Bosnia, Herzegovina y Darfur.

Ahora, los principales judíos británicos han advertido que existen escalofriantes similitudes entre los acontecimientos contemporáneos en la provincia de Xinjiang, noroeste de China, donde hay cada vez más pruebas de una campaña de represión contra los uigures orquestada por el estado y esas tragedias históricas.

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Según Naciones Unidas, al menos un millón de uigures, una minoría mayoritariamente musulmana, han sido detenidos en campos de internamiento en la región de Xinjiang, que limita con ocho países, incluidos Afganistán, Pakistán e India.

Mia Hasenson-Gross, directora ejecutiva de la organización judía de derechos humanos, dijo que China estaba intentando efectivamente «erradicar» la lengua, la cultura y la tradición uigur.

“En lugar de permitir que esto se agrave hasta el punto en que los uigures se conviertan en otro pueblo cuyo genocidio recordemos en el futuro, ahora tenemos la oportunidad de evitar que eso suceda”, dijo Hasenson-Gross.

«El Día Conmemorativo del Holocausto está diseñado para recordarnos las atrocidades que pueden suceder y las lecciones importantes que debemos aprender de las primeras etapas de indiferencia y complicidad que permitieron estos actos finales de destrucción física», dijo.

HORROR EN XINJIANG

En el período previo al Día Conmemorativo del Holocausto, Rene Cassin coorganizó un evento interreligioso el lunes para resaltar la difícil situación de los uigures.

El defensor uigur Ziba Murat, que participó, dijo que era «increíblemente significativo reconocer nuestro sufrimiento».

La madre de Murat, una médica uigur, fue condenada a 20 años de cárcel en China en marzo de 2019 después de desaparecer seis meses antes.

Gulshan Abbas fue sentenciada oficialmente por cargos relacionados con el terrorismo, pero un pariente dice que fue encarcelada por el activismo por los derechos humanos de sus familiares en Estados Unidos.

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«Es agridulce ver la situación reconocida por el terrible horror que es», dijo Murat, y agregó que no «sabía con certeza» si su madre todavía estaba viva.

«Es muy difícil reconocer que las cosas se han construido hasta este punto, pero es importante reconocer cómo la comunidad internacional está fallando en el mandato de ‘nunca más'», dijo.

Murat advirtió sobre un «futuro terrible» para la población uigur de China a menos que otros países dejen de hacer «negocios como de costumbre» con Beijing y, en cambio, presionen para cerrar los campos de internamiento.

«Toda nuestra identidad étnica y nuestras propias vidas han sido atacadas, ese es el significado del genocidio», dijo. «Cualquier gobierno que se preocupe por los derechos humanos y la dignidad humana debe llevar estos horribles abusos y los uigures desaparecidos a cualquier diálogo con China en el futuro».

Otros eventos que llaman la atención sobre el tema en línea con la conmemoración de este año incluyen una ceremonia especial en la Sinagoga del Oeste de Londres el miércoles.

“Creemos que, como sobrevivientes de la intolerancia, la persecución y, en última instancia, el genocidio, y como ‘hablantes por experiencia’… tenemos tanto la autoridad moral como el deber moral de actuar », dijo Hasenson-Gross.

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