Editorial: El más poderoso de Arequipa

En una encuesta realizada alrededor de 300 presuntos líderes de opinión por una revista especializada en economía del país, se ha revelado que el gobernador de Arequipa es el más poderoso de la región del sur, pero no lo resulta ser por la realización de obras, o si quiera de buen sentido, sino, y por el contrario, por acciones polémicas y además poco significativas en el campo de la ejecución de obras.

Por las fechas en que se realizó el muestreo, es fácil entender que todo ha sido consecuencia de las acciones del señor Cáceres Llica en el tema Tía María, y muchos dudan del acierto de la mayoría de respuestas que han ubicado al gobernador entre los siete hombres con más poder en el Perú actual solo antecedido por figuras como la del Presidente de la República, del titular del Congreso o del Jefe del Gabinete Ministerial.

Lo más grave de todo es que en la relación de 30 personajes con más poder en el país solo figure el arequipeño, Mario Vargas Llosa, que en su condición de Premio Nobel estuvo en Lima por tales días presidiendo una feria internacional del libro que le fue dedicada por merecimientos propios.

En cuanto al presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros, se le menciona por tal condición, pero todos sabemos que es una de las áreas de mayor preocupación nacional y con graves problemas por resolver.

Se confirma así la pérdida de liderazgo nacional que tienen los nacidos en nuestra tierra o aquellos que habiendo venido a ella pueden ser considerados arequipeños.

Hay que reiterar que todos sentimos esta situación, pues siempre habido arequipeños de renombre en las altas esferas de la vida nacional y en quienes dirigen los destinos no solo de nuestro pueblo, sino de todo el Perú, como lo fueron en su momento, personalidades como José Luis Bustamante y Rivero, aclamado como presidente del Perú en un momento dramático de nuestra historia.

Queremos suponer que efectivamente la encuesta realizada no sea sino una fotografía del momento y que los merecimientos para figurar en ella no solo siempre son por virtudes, sino por defectos ciudadanos y hay esperanza que las cosas cambien y lo más rápidamente posible para que mujeres u hombres emprendedores figuren, como antes, en los primeros lugares de quienes deciden los mejores caminos del Perú del futuro.

Los arequipeños debemos hacer promesa de buscar y de encontrar los líderes que necesitamos para que algunos de ellos vuelvan a hacer figuras nacionales capaces de impulsar desarrollo y crecimiento.