Editorial

Editorial: El mensaje y Arequipa

Por diarioep / 31 de julio 2019

Los arequipeños esperábamos que en el mensaje presidencial del 28, el presidente Vizcarra tocara puntos sustantivos en el desarrollo de la región nuestra y especialmente los referidos a Majes II, la carretera Arequipa-La Joya, las obras viales urbanas y la solución al tema de Tía María.

Nada de eso se produjo y lo único que podría salvarse fue una referencia marginal a una nueva ley general de minería, que podría comprender una forma diferente del quehacer estatal sobre las obligaciones de las empresas inversoras y su trato con las comunidades inmediatas a los lugares de explotación minera que siempre son pobres.

Esa propuesta ha sido elaborada y está siendo estudiada por analistas nacionales en base a una sugerencia de la mancomunidad regional del sur en cuya preparación han trabajado especialistas del Gobierno Regional de Arequipa.

Los demás temas han estado referidos a esfuerzos del gobierno sobre asuntos de dimensión nacional y la regla no ha sido distinta para otros lugares específicos de la República, dándole al mensaje una visión panorámica del país recibido y del que se propone entregar el régimen actual cuando se realice el cambio, mediante elección popular de los gobernantes.

Ocho veces fue interrumpido con aplausos el discurso de Vizcarra y siempre cuando sus referencias fueron sobre el futuro del país. En los minutos finales de su alocución y leyendo un texto escrito a último minuto se refirió a la polémica propuesta de adelantar elecciones que debe entenderse como un afán de terminar con una lucha infraterna que están librando unos peruanos contra otros peruanos, perjudicando el bienestar de todos y poniendo incluso en riesgo la estabilidad democrática del Perú.

Los arequipeños podemos quejarnos de no haber tenido lugar en el mensaje presidencial sobre temas que nos interesan sobremanera como Majes II, gasoducto del sur, carretera Arequipa-La Joya, apoyo a la obra vial municipal y consideración especial al viejo problema de Tía María.

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