Editorial: El problema de las inversiones en el gobierno regional

El congresista Justiniano Apaza, recogiendo información del Ministerio de Economía y Finanzas, ha revelado que en los primeros seis meses del año, el Gobierno Regional de Arequipa solo ha invertido al 30 de junio el 25 por ciento del total presupuestal, asignado para el año 2019.

Esto significa 210 millones de soles, en cifras redondas en relación a los 841 que le han sido concedidos para el presente calendario.

Según Apaza, todo se debe a la falta de capacidad de los funcionarios regionales, para determinar el pronto uso de recursos que por ejemplo han logrado en Ucayali, con un respetable 40 por ciento.

Además se citan la paralización del proyecto Majes, de la carretera Arequipa-La Joya y el puente de la misma vía, el proyecto del río Arma, los hospitales de Cocachacra y Camaná, el nosocomio Maritza Campos, la carretera de cuatro canales al Cono Norte y las obras de la Variante de Uchumayo.

De las obras emblemáticas citadas no se dice una sola palabra definitoria sobre el gasoducto del sur y tampoco se escucha voz de reclamo del Gobierno Regional de Arequipa.

Lo que le interesa a la comunidad local, y no solo al Gobierno Regional, es que se invierta el dinero público, se destrabe lo que no se puede hacer hasta ahora y que podamos repetir una experiencia como la que tuvimos con la Junta de Rehabilitación entre 1963 y 1968.

Es consuelo de tontos el saber que la mayoría de gobiernos regionales del Perú están en una situación semejante a la nuestra, lo que explicaría la falta de liderazgos reales y de acciones efectivas para hacer obra y dar empleo.

Es mala noticia para el país el saber, por informe del Ministerio de Economía y Finanzas, que la mayoría de los gobiernos regionales están invirtiendo menos del 40 por ciento del recurso presupuestal disponible al vencimiento de los primeros 6 meses del año.

Eso significa, en pocas palabras, que corremos el riesgo de devolver al fisco dinero que las regiones necesitan para su desarrollo.