Editorial
nicolás maduro

Editorial: En defensa de la democracia

Por diarioep / 26 de enero 2019

La decisión mayoritaria de los gobiernos democráticos de América, y de la Unión Europea sobre el problema que confronta Venezuela constituye un paso único y trascendente en procura de una solución que rescate a la población venezolana de la incómoda situación que vive y que ha significado, hasta ahora, la fuga de tres millones de hombres y mujeres hacia, fundamentalmente países vecinos y solidarios que han acogido a quienes padecen la más grave crisis migratoria del continente.

El gobierno de Maduro está sin duda herido de muerte. No solo por la decisión de la mayoría de los gobiernos que tienen relaciones con la antes rica Venezuela, sino que sienta una fórmula de defensa de los derechos ciudadanos que se sustentan en elecciones limpias y no en la imposición de dictaduras y una irresponsable conducción de quien quiere perpetuarse en el poder.

El Perú ha respondido a la crisis recibiendo a más de medio millón de venezolanos, amparándolos en todas las formas de solidaridad imaginables y reiterando voluntad continental de ayudar a quienes mal momento viven.

Queremos que esta sea la última experiencia negativa de una dictadura de izquierda y también medida preventiva para el surgimiento de un extremismo semejante en la derecha.

América gusta disfrutar de la libertad y defenderla nos encontrará siempre en un lugar de honor cuando estamos al borde de celebrar 200 años de independencia y de libertades que solo eventualmente se quebró en un país que hoy disfruta de liderar un movimiento contra la corrupción, que solo es posible cuando los comprometidos en ella son dictadores.

La crisis de Venezuela no se arreglará en un día y es prudente pensar en un régimen de transición para iniciar una recuperación necesaria y otra vez estaremos con las manos extendidas para ayudar a los hermanos en desgracia.

Las manos solidarias del Perú están nuevamente listas para ayudar en la recuperación de Venezuela y ver de vuelta a la democracia a quienes la perdieron por culpa de equivocados o de aprovechadores.

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