Editorial: Hospitales sin solución

A los males ya conocidos en los hospitales Honorio Delgado y Goyeneche que administra el Gobierno Regional con fondos confiados en el Presupuesto General de la República, y a la congestión que se observa en los de EsSalud, se suman ahora las paralizaciones que en el proceso de construcción y equipamiento se han denunciado en los nosocomios descentralizados que el Gobierno Regional, en la administración anterior a la actual se iniciaron en Camaná, Caravelí y Arequipa.

Por razones no suficientemente claras los tres proyectos han quedado paralizados, y de esta manera se frustran las expectativas de los sectores poblaciones que deberían estar recibiendo el soporte que en el rubro asiste a las poblaciones inmediatas.

En otros casos, y de seguro por insuficiencias presupuestales, no existen médicos o personal suficiente para responder a la demanda de pacientes y en todos los hospitales es común la versión de que hay centenares de enfermos requeridos de atención quirúrgica que no reciben el tratamiento indispensable para restablecer quebrantada salud.

Falta evidentemente un enlace efectivo entre el Gobierno central y los gobiernos regionales, y una asignación de recursos que permita habilitar salas de cirugía cerradas por falta de equipamiento o de personal.

Solo en el hospital general hay 800 operaciones embalsadas y una cifra menor pero considerada importante existe en reclamo en el Goyeneche, y EsSalud tiene su más grave problema en las emergencias, hospitalizaciones y consultorios externos.

Las postas médicas y policlínicos no han servido para descentralizar la atención de los pacientes que congestionan los nosocomios y los consultorios externos.

La salud en Arequipa sigue siendo un problema grave, pues ocurre tanto en los hospitales estatales como en EsSalud, e incluso en las clínicas privadas.