Editorial

Editorial: La corrupción en Arequipa

Por diarioep / 18 de noviembre 2019

Todo indica que en el sector transportes del Gobierno Regional estuvo enquistada la corrupción en Arequipa y todavía no se conoce los alcances de su malvada acción, pues los procesos penales correspondientes están todavía en el trámite de acusación y de investigaciones que algún tiempo han de demorar, mientras, y debe ser paralelamente, se realizan los trámites administrativos de enmienda que sean necesarios.

Hay también, y eso es verdad, averiguaciones que fiscales realizan sobre temas ajenos al sector transportes y que están referidos a las extorsiones que líderes de construcción civil exigían a empresarios reclamando una cuota de trabajadores que tenían que ser afiliados al sindicato que correspondiera al rubro.

En la Municipalidad Provincial hay también procesos que deben tener fallo pronto y que están referidos al plan de desarrollo y habilitación urbana, que conduce la Municipalidad Provincial y, finalmente los casos de la Variante de Uchumayo y del eje vial Jerusalén-San Juan de Dios exigen la atención que se requiere para determinar responsabilidades en su ejecución.

Es necesario y posible que se ordene una reorganización en Transportes y que se destrabe, en el tiempo más corto, proyectos como Majes, donde se espera la pronta habilitación de 38 mil hectáreas de riego para la agroexportación.

Puede advertirse a diferencia de Lima que aquí no hubo intervención de empresas brasileñas, sino un criollo y bastardo interés de quienes querían violentar normas y favorecerse con los resultados.

Es un pecado menor que el mayor causado por Odebrecht, OAS y otros grupos de poder económico de Brasil.

La corrupción registrada en Arequipa no obedeció a intereses internacionales, sino a la picardía y delitos de peruanos equivocados que prefirieron aprovechar circunstancias para llenarse los bolsillos de dinero que les era ajeno.

Compartir

Leer comentarios