Editorial: La Cultura en buenas manos

Es una suerte para Arequipa que los organismos promotores de la cultura arequipeña estén ahora en manos de distinguidos intelectuales capaces de entenderse y de procurar mejores destinos a la promoción de actividades que permitan reverdecer laureles de ayer en el campo del cuidado del Centro Histórico y de la promoción de artistas, mujeres y hombres que prestigien a Arequipa.

Tras la sensible decisión del Ministerio de Cultura que retiró a su representante en Arequipa, Franz Grupp, por presiones políticas de quien fue alcalde de la ciudad, se designó a Rodolfo Nicoli en la tarea de buscar acercamiento con la Municipalidad Provincial, organismo que a su turno encargó a Nilo Cruz, y a William Palomino, hombres competentes en el campo, el deseado encuentro para hacer bien a la cultura arequipeña.

Por vez primera, en casi los ocho años de la gestión de Alfredo Zegarra, se han producido los primeros contactos y búsqueda de soluciones a problemas para defender el Centro Histórico, ampliar la peatonalización de la zona céntrica y encontrar solución al problema del transporte público de pasajeros, sin dañar el centro histórico que resulta ser Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Es que tanto Nicoli como Cruz y Palomino, son gente entendida y adecuada para encontrar soluciones a problemas artificialmente creados por solo burócratas que demoraron trámites y persistieron en el afán de imponer criterios y no de buscar acuerdos.

Ahora será distinto, porque además les asistirá razón cuando establezcan reglamento de uso de la Plaza Mayor y de las calles de acceso al corazón de la ciudad, combatiendo ambulantes y evitando que el turista no reciba la atención que merece al visitar nuestra tierra.

Hombres conocedores de Cultura han sido puestos en lugares de honor para defender el Patrimonio Cultural de la Humanidad, mediante el diálogo y la consulta a los profesionales en ingeniería y arquitectura para cuidar la promoción cultural de la ciudad.