Editorial
trata de personas

Editorial: La trata de personas

Por diarioep / 12 de noviembre 2018

Trata de personas. A propósito de la desarticulación de una banda que traficaba con menores y que tenía por punto de operación Arequipa, ha sido penoso conocer que se trata de un delito hace años cometido en el Perú, y que hizo siempre de víctimas a los habitantes de lugares afectados por la pobreza, especialmente en sitios donde era preciso captar a inocentes niños, y a mujeres o a varones a los que se explotaba miserablemente.

Peor es el dolor que se siente cuando nos enteramos que en el operativo participó y se puede afirmarlo, el más alto jefe de la Policía Nacional del Perú, en el año 2010, y cuyas implicancias deben ser esclarecidas meridianamente, incluyendo entre estas que el tratamiento que reciban los presuntos autores sean iguales contra todos los sospechosos de delincuencia.

Es también una venda que se nos quita de los ojos, para que veamos las cosas feas que ocurren alrededor nuestro. Sabemos que hay mujeres que matan a sus hijos y hay madres que los entregan a terceros para no tenerlos a su lado muriendo de hambre.

Hay niñas que se animan a incursionar en la prostitución también por hambre, y así las cosas llegamos a los niveles de los explotados en cualquier tipo de trabajo.

La mano castigadora del Estado para con el delincuente no ha sido ni fuerte ni amplia, y muy cerca de aquí, en lugares de ejercicio de la minería ilegal de provincias de Arequipa y de Puno, hay explotación inmisericorde con abuso de alcohol para el ejercicio del trabajo malsano y de la explotación.

La trata de personas es condenada y el operativo de Arequipa, realizado por la Policía Nacional y el Ministerio Público, durante investigación de meses, evidencia un propósito saludable de la PNP en la atención de un problema social que no se ocultó nunca y que era impune.

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