Editorial: Lo que se quiere de los gobernantes arequipeños

Al borde de cerrar el primer año de gestión es prudente analizar la tarea cumplida por quienes asumieron el gobierno de la región, del municipio provincial de la ciudad capital y, en general, de todos aquellos que como producto de una elección popular asumieron el 1 de enero la tarea de realizar obra pública necesaria en base a bien estudiados proyectos y escuchando el decir técnico de las universidades y de los colegios profesionales.

Estamos compartiendo el destino de un país que está enfrentado a graves problemas y a nosotros, los arequipeños, nos interesan sobre manera algunos que serán útiles para mejorar nuestro desarrollo y devolver a la región Arequipa el crecimiento que antes tuvo, y que fue superior al del promedio nacional.

Por eso es bueno que se recompongan los cuadros directivos de lo que estuviera fallando en todos estos organismos gobernantes para que Majes deje de ser una ilusión paralizada dos años por inoperancia de quienes dirigen el Gobierno Regional, que se resuelva también el problema de abastecimiento del gas peruano y de origen en el sur a la macrorregión en la que vivimos; que se solucione y eviten en el futuro asuntos como Tía María y que se haga la tarea común de incentivar la inversión, creando empleos para los jóvenes y mejorando, sobre todo los sectores sociales como salud y educación.

En el caso de la Municipalidad Provincial hay que urgirla a tratar el problema del transporte con seguridad técnica y con la prudencia que se requiere para terminar teniendo un sistema de transporte de pasajeros que sea eficiente, seguro y cómodo, pues no podemos seguir en la situación en la que nos encontramos ni tampoco darnos el lujo de permitir un nuevo periodo municipal sin soluciones.

No queremos omitir la responsabilidad que en el afán comunitario tienen los municipios distritales. Ellos son el sustento y el baluarte de la democracia representativa y afortunadamente todavía no hemos encontrado una provincia y un distrito que ya esté cuestionando, y con relativa razón, el dejar hacer y dejar pasar del Congreso.

En el buen gobierno del país, no solo hay problemas en los niveles Ejecutivo y Legislativo, sino también de las regiones y de los municipios empezando por los distritales. En las épocas de crisis nadie puede ausentarse a responder al llamado de trabajar juntos por el futuro del Perú.