Editorial: Pongan orden en la Beneficencia

En los 100 primeros días de la gestión del alcalde Omar Candia, se definirán los grandes proyectos de su administración y también las revisiones que corresponden a enmiendas que son necesarias como consecuencia de ocho años de la alcaldía de Alfredo Zegarra para confrontar problemas surgidos en otro tiempo y que no han tenido solución a pesar de años transcurridos, como es el Sistema Integrado de Transportes y el manejo que en favor de niños y ancianos se dispuso en la Sociedad de Beneficencia Pública.

Oportunamente los medios de comunicación y también la Defensoría de Pueblo se refirieron a las consecuencias de la creación de lo que se llamó «zonas azules», para permitir estacionamientos por corto tiempo en zonas rígidas escogidas para posibilitar gestiones rápidas en zonas de parqueo prohibido.

No hubo, entonces, ni criterios técnicos suficientes ni uso adecuado del dinero que se recaudaba a través de la Beneficencia para sus proyectos sociales, cuando todo ingreso que se obtenga de las calles debe ser de propiedad y administración municipal.

Ahora eso debe cambiar y proceder a investigar qué intereses particulares sirvieron para posibilitar la conversión de arterias en playas de estacionamiento a un precio mínimo de un sol por hora, agudizando el caos en el tránsito y estableciendo distingos
sospechosos de no procurar servicios a la colectividad sino a intereses particulares.

Tampoco se tuvo en cuenta la opinión de la Policía de Tránsito y los resultados están a la vista y deben ser modificados con la opinión técnica que corresponda y estimando en alto grado las sugerencias policiales sobre el particular.

Las zonas azules que creó la municipalidad anterior deben ser objeto de revisión, constituir una renta municipal y merecer una opinión técnica de los expertos en transporte y de la Policía Nacional en el área que corresponde.