Editorial

Editorial: Qué hacer con Tía María

Por diarioep / 13 de agosto 2019

Hace cerca de tres años y antes de que enmendara tratamiento del tema de acercamiento entre comunidad y la empresa Southern Perú, durante una visita de cortesía realizada al diario por el presidente de la empresa, Óscar González Rocha, el director del periódico le propuso que en vista de que la comunidad de Islay se negaba a aceptar el funcionamiento de Tía María por los antecedentes que muchos conocemos respecto a los daños presuntos o reales que produjeron los humos de Toquepala en cultivos de olivo de Tambo, era prudente pensar en la venta de concesión que en principio había obtenido Southern para el proyecto cuprífero.

González Rocha descartó la idea que hoy puede estar regresando a las consideraciones de quienes manejan una empresa que confronta un problema de años en la zona sin poder lograr que desaparezca la idea de que no existe convivencia posible, por lo menos en Islay, entre agricultura y minería.

El retroceso del Gobierno con respecto a licencia concedida bajo condiciones, y ahora suspendida, revela que los malestares de hace años no han cambiado en el presente, y para que Perú no pierda la oportunidad de explotar su riqueza natural en La Tapada y Tía María, puede considerarse prudente la idea de abandonar la concesión o de venderla en favor de quien tenga mejor pasado que la compañía mexicana.

Ese es uno de los temas sobre el cual no se han pronunciado las partes que ahora tienen un conflicto y sin duda se debe a la pesada mochila que significa la muerte de siete personas el 2015 cuando se produjo violencia que felizmente en el 2019 no ha llegado a tales extremos.

Hay que reconocer que Southern Perú cambió sus prácticas de acercamiento a la población de Tambo con un éxito relativo, que según ellos, era suficiente para suponer que las mayores trabas habían desaparecido y que era posible lograr un acuerdo mayoritario de la población en favor de que se invirtieran mil 400 millones de dólares en la zona.

Ahora el asunto parece no ser estrictamente técnico, sino básicamente político, y corresponderá al presidente Vizcarra, al Consejo Nacional de Minería, a la propia Southern y a las autoridades arequipeñas, decidir por el mejor camino que signifique la crisis que hemos vivido y aún la estamos sufriendo para que Tía María llegue a ser finalmente explotada bajo condiciones diferentes a las actuales.

EN RECUADRO
La solución al problema de Tía María tiene variantes que superan los extremos en que ahora está planteada. Una salida alternativa es ceder la concesión en favor de terceros, esto es de una empresa que no sea exactamente la que ahora ha pretendido empezar la construcción de esa explotación cruprífera.

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