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Festival de la Chicha celebró por séptimo año y contó con ocho mil asistentes

3 de agosto de 2019
Chicha repartida entre los comensales presentes en el festival realizado en la plaza. Fotografía: Jorge Esquivel Z.

Texto: Roy Cobarrubia V.
Fotos: Jorge Esquivel Z.

Con 10 mil litros de chicha y más de 8 mil comensales la Sociedad Picantera de Arequipa celebró la séptima edición de la Fiesta de la Chicha.

La actividad realizada en los alrededores de la Plaza Mayor de Arequipa convirtió uno de los principales escenarios de la ciudad en una enorme picantería. Platos como los americanos, jallaris, ocopa de charqui, cuy chactado, revuelto de sesos, loritos de liccha, puchero de sencca, y otros, se combinaron con la chicha en una fiesta que aglomeró personas, llenó corazones y removió corazones al ritmo de yaravíes y huainos.

Estiman en ocho mil el número de asistentes a este festival.

La actividad ejecutada cada primer viernes de agosto desde el 2013 giró este año en torno a la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura, generada ese año por resolución refrendada por Luis Jaime Castillo Butters, quien era viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales.

“Lo que se trata en la Fiesta de la Chicha es preservar y difundir el patrimonio. Porque nuestra meta a mediano plazo es inscribir la picantería arequipeña, y quizás como otras regiones picanteras como la piurana o la de Cusco sea incluida en la lista del patrimonio inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y ese es un objetivo que esperamos lograr”, dijo Miguel Barreda Delgado, coordinador general de la Sociedad Picantera de Arequipa.

Sirvieron potajes como el chupe de camarón.

La Sociedad Picantera de Arequipa fundada el lunes 20 de agosto de 2012 en la picantería La Lucila, en Sachaca, tiene como objetivo contribuir a la protección, promoción y desarrollo de la picantería arequipeña, a la que considera “la expresión más significativa de la práctica alimentaria tradicional que caracteriza a la ciudad de Arequipa y su entorno rural”. En ese camino Barreda informó que en el último año la cifra de agremiados creció a 37, cuatro picanterías más se asociaron en el 2018.

“Hay muchas picanteras que son hijas o nietas de picanteras y que están dedicándose ahora a la picantería y están asumiendo los negocios familiares”, declaró Barreda.

Sencca y sarsa de cebollas para estimular el estómago.

La Fiesta de la Chicha realizada en la plaza resaltó algunas características propias de la picantería como la chicha de guiñapo, que estuvo a la venta desde dos soles. La preparación de picantes como americanos, dobles y triples, y lo del espacio democrático, pues una serie de personas de distinta índole social y económica se dio tiempo para saborear la tradicional comida. Lo que no se observó fueron los almuerzos.

DATO
La picantería arequipeña surgió en las tabernas de chicha que proliferaron en los arrabales de la ciudad desde mediados del siglo XVI. El consumo de chicha, bebida emblemática del Perú prehispánico, es a base de maíz fermentado y en la picantería está acompañada por la degustación de algunos platillos picantes.

La chicha para el final de la comida.
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