Presidente de Brasil es multado por incumplir normas de salud pública
Bolsonaro es uno de los líderes más negacionistas sobre la gravedad del coronavirus. Actualmente enfrenta una creciente presión pública y una investigación del Senado sobre su manejo de la pandemia.
El Gobierno del estado brasileño de Maranhão multó al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por no usar mascarilla y provocar aglomeraciones durante un acto celebrado en el municipio de Açailandia.
El gobernador del estado, Flavio Dino, señaló que las autoridades sanitarias interpusieron la causa contra Bolsonaro “por la promoción en Maranhão de tertulias sin garantías sanitarias”.
“La ley se aplica a todos”, destacó Dino, recordando a la población que las reuniones de más de 100 personas están prohibidas y que el uso de la mascarilla es obligatorio.
El viernes pasado, el presidente de extrema derecha, entregó títulos de propiedad rural en Açailandia, a unos 500 kilómetros de Sao Luis, capital del estado de Maranhão.
Durante el evento, el presidente sin cumplir las medidas de bioseguridad criticó a Dino como un «dictador regordete» por la imposición de restricciones por coronavirus por parte del gobernador.
Pero esto solo sería la punta del iceberg. Bolsonaro se ha mantenido desafiante ante las críticas generalizadas sobre el manejo de su gobierno de la pandemia de la COVID-19, rechazando los llamados para imponer un bloqueo en todo el país para tratar de detener la propagación del virus.
Más de 44 000 personas han muerto a causa del coronavirus en Brasil, según datos de la Universidad Johns Hopkins, el segundo total más alto del mundo después de Estados Unidos.
También se han reportado más de 15,9 millones de casos hasta la fecha, y los expertos en salud pública han advertido que otra ola podría ser inminente.
El mes pasado, el Senado brasileño lanzó una investigación sobre cómo Bolsonaro y su gobierno han respondido a la crisis, acumulando presión política sobre el excapitán del ejército antes de las elecciones previstas para el próximo año.
El viernes, el senador que lidera la investigación, Renan Calheiros, alegó que Bolsonaro nunca quiso comprar vacunas COVID-19, sino que apostó a que la inmunidad colectiva podría vencer al virus.
“El presidente primero negó la enfermedad, la llamó gripe y luego argumentó contra el aislamiento social y el encierro. Luego restó importancia al uso de máscaras y animó a las multitudes a reunirse”, sentenció.
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