Especiales

“Ni el covid pudo separarnos”

15 de febrero de 2021
Luis Estrada es trujillano y María Meza es cusqueña.

Tiempos difíciles remados por un sentimiento.

Por: Carolina Oro.

Cuatro historias de amor que encontraron en la pandemia, un motivo más para seguir.

  • Historia 1: Luchito y Mary
Se casaron en Huanca.

Él, un joven apuesto, natural de Trujillo con grandes proyectos en agronomía y ella una linda jovencita natural de la ciudad imperial del Cusco, estudiante de Turismo, nada podía presagiar que ambos, con seis años de diferencia, pudieran encontrarse en el mismo lugar.

Fue en la universidad, donde fue la primera vez que Luchito (como cariñosamente le llaman) vio a Mary, quedó impacto de su belleza y sencillez, es desde entonces que buscaba la forma de poderla conocer, tomando como aliada a la prima de ella para poderlos presentar. Después de varios intentos y al vestirse con sus mejores prendas, sobretodo con un pantalón color pacay muy llamativo (regalo de su madre) llamaba la atención no solamente de todos los estudiantes de la universidad, sino también de Mary. Es así que la prima los presenta y se da el inicio de su historia de amor.

Quien iba a imaginar que después de 6 meses de relación, se casarían en una hermosa iglesia de la ciudad de Huanca. Ellos sabían que eran el uno para el otro, sus destinos estaban predestinados para mantenerse unidos para siempre.

Tuvieron 4 hijos, quienes viven orgullosos del amor que se profesan día a día. Ellos mismos cuentan, que debido al trabajo de su padre como ingeniero Agrónomo, estuvieron viajando de ciudad en ciudad por largos 10 años, reforzando el lema de Don Luchito y Doña Mary, “La familia siempre debe mantenerse unida”, y pensando en ellos como hijos ya en educación secundaria y superior, deciden radicar como lugar final en nuestra bella ciudad blanca de Arequipa.

Es desde entonces, que permanecen aquí trabajando todos los días en su Restaurant de Comida Vegetariana “Azur”. Luchito y Mary comentan que a pesar de los estragos de la pandemia, disfrutan sus días trabajando (el tiempo que puedan), alimentándose bien, cuidándose mucho, cumpliendo a cabalidad con los protocolos de salubridad, recibiendo el cuidado y protección ahora de sus hijos mayores de edad; en sí, en la actualidad, entre todos se apoyan para salir adelante.

Tuvieron 4 hijos.

Disfrutan sus días como nunca hubiese pasado el tiempo, son muy hogareños, miran películas juntos, a veces Don Luchito se dedica a la lectura o a llenar sudokus.

De alguna manera u otra no dejan que la pandemia ingrese en su hogar, viviendo el día a día, minuto a minuto, agarrados siempre de la mano o abrazados. Una hermosa pareja, ejemplo de imitar.

  • Historia 2: Edgar y Mari Luz
Edgar Mamani Q. y Mari Luz Tizón C, ahora juntos en Quequeña.

Aveces no tener todo en la vida, hace que valoremos más la unión conyugal, se vuelve un compromiso filial.

La historia de Edgar y Mari Luz es una de ellas, que a pesar de las adversidades han podido sobrellevar dificultades económicas y personales en todo este tiempo.

Ambos trabajaban en Rico Pollo por el año 2011, cada uno en su respectiva área, él con 22 años y ella con sus 23, no imaginaron que a través de amigos en común, ellos podrían llegar a conocerse. Después de 9 meses de enamoramiento, decidieron empezar a convivir. Los primeros años fueron con mucha dificultad, lo económico empezó a ser un problema. Nació el primer hijo, por ende Mari Luz ya no podía continuar trabajando y Edgar le solicitó renunciar a su puesto para dedicarse a su hijo. A pesar de ello Mari Luz deseaba seguir generando ingresos para su nuevo hogar y se dedica a la costura y puso una pequeña tienda que no les fue muy bien ya que donde vivían no había mucha población.

Con el transcurrir del tiempo y también por la distancia del lugar de trabajo, Edgar se retira y se dedica como albañil en construcción civil, con el pasar de los años y con la venida de su segundo hijo; ya que trataban de manejar la situación de alguna u otra manera. Pudieron comprarse un lote en la Asociación de Villa Florida en el distrito de Quequeña y ahí empezar a levantar poco a poco su casita.

Muchas veces los problemas económicos traen como consecuencia la separación, pero a pesar de ello no permitieron que el golpe sea tan fuerte, sobretodo en estos tiempos de pandemia donde los golpearon muy fuerte. Amigos, familiares se fueron, pero se mantuvieron firmes con amor y con los pocos ahorros que tuvieron. Uno de los graves problemas, por los cuales Mari Luz tuvo que idearse como hacer, es el hecho de llevar clases escolares con sus hijos en su casa. La carencia de una computadora o una tablet, internet en casa , hizo que las clases sean difíciles para los niños. Mari Luz tuvo que idearse con su celular para continuar con las lecciones, tareas, avances día a día, ya que el apoyo del gobierno nunca llegó a su familia ni mucho menos fueron sorteados por algún bono ya sea familiar, universal u otros. Ambos sólo buscan el bienestar de sus hijos y que por el amor que se profesan, de alguna manera u otra, consiguen lo mejor para su hogar. Ellos indican, nunca dejar de luchar y por ende no bajar la guardia frente a esta terrible pandemia.

  • Historia 3: Ruyer y Leonela
Ruyer Vasquez P. y Romy Leonela Miranda O. se consagraron en Ilo.

Tenemos muchos miedos, sobre todo uno, pero si el verdadero amor prevalece, todo en este mundo se puede lograr.

Ambos muy jóvenes, recién ingresados a la vida universitaria en el año 2016. Ruyer, cachimbo de Ingeniería Electrónica y Leonela de Administración de Empresas. Por un amigo en común, cada vez que se veían fluía mucho interés en ambos, ¿sería mi pareja ideal? Era la pregunta.

En una de las tantas fiestas de la universidad, cuando se podía disfrutar de las reuniones, él intrépidamente le robó un beso, desconcertada se sintió muy incómoda, ¿qué estaría pasando por la mente de Ruyer? ¿Creerá que soy fácil? Se preguntaba Leonela.

En realidad, no era así, sino que Ruyer ya le nacía besarla, estrecharla entre sus brazos y empezar una relación, lo cual no sucedió esa noche.

Después de dos semanas de salir, se reunieron en la casa de Leonela a mirar una película y se dio la declaración, podríamos pensar que fue un “sí” pero no fue de inmediato, fue más bien un “déjame pensarlo”, porque no se sentía segura de iniciar una relación a pesar que le gustaba mucho Ruyer. Después de una conversación por media hora por fin vino la decisión, con el tan esperado “sí”.

Todo fluía muy bien, gozaban de las reuniones, salidas con los compañeros de la universidad, pero entre una y otra cosa pasó lo que tenía que pasar, “su primera vez” y con muchos temores sin experiencia en el tema, ambos deciden llevarlo con tranquilidad, sin pensar que nueve meses después de relación, en mayo de 2017, Leonela quedaría embarazada.

Recién estaban en el segundo año de sus estudios, era imposible creer su situación, el futuro era incierto para ambos y se venía lo peor, comunicarlo a los padres.

Leonela sentía que el mundo se le había acabado y Ruyer armándose de valor decide conversar con la mamá de Leonela primero, todo presagiaba que la reacción iba a ser lo peor, la mamá muy decepcionada y ni qué pensar del papá. Con el transcurrir de los días los padres de Ruyer deciden viajar de la ciudad de Ilo a Arequipa para tener una reunión para tomar decisiones sobre ellos.

Ella pensando en lo terrible que podría culminar todo, pero la situación dio un giro de 360°, ambos padres de familia deciden seguirlos apoyando hasta que culminen sus carreras y con el bebé.

Pero algo sucedía con Leonela, sentía mucha frustración al no poder disfrutar de su juventud, de viajes, fiestas, de los amigos, aún no aceptaba su embarazo, no podía creer que toda su vida estaba cambiando.

La primera ecografía del bebé fue lo que la llenó de mucha esperanza, al sentir los latidos de ese pequeño corazoncito que estaba creciendo en su ser. ¡Quedó enamorada!

Transcurren los meses y nace Mateo, se podría pensar que en un inicio todo era felicidad, nada lejos de la realidad, empezaron los problemas. Ambos se separaron y este distanciamiento se afianzó con el inicio de la pandemia en marzo del año pasado.

Ruyer veía a su hijo cada vez que podía, lastimosamente las circunstancias impedían poder disfrutar de Mateo. En Agosto de ese año, él le propone a Leonela irse a vivir con él a Ilo, es así que después de tres meses de confinamiento y convivir, regresan para ya no volverse a separar. Hace un mes Ruyer le propuso matrimonio a Leonela, este mes de marzo siguiente, se casarán por matrimonio Civil y en el mes de octubre por Iglesia.

A pesar de las adversidades ambos tienen sus metas bien propuestas, están a un paso de sacar sus títulos profesionales y poder construir un hermoso hogar.

  • Historia 4: Fabiola y Javier
Fabiola Jaramillo y Javier Cueva Juntos desde el colegio.

La historia de amor que muchas veces deseaste tener desde la época de colegio, se hizo realidad. Un primer amor, un primer beso, tu primera vez, el amor de tu vida para siempre.

Javier un joven estudiante de música, como parte de su formación, asistía desde ya, a conciertos de guitarra. Fabiola una joven estudiante que a sus 14 años ya se reunía con sus amiguitas para presenciar de estos conciertos de música.

Es justamente aquí donde se conocieron y así comenzaron a frecuentar, entre salidas para pasear, montar bicicleta con los amigos, juegos en casas, etc. daba inicio a ese sentimiento llamado amor.

El 24 de enero de 1994, dieron inicio formalmente a su relación de enamoramiento, Fabi con sus 15 años y Javier con 18 años de edad. Ellos comentan que la mayoría de los amigos no creían que iba a ser una relación duradera, que entre broma y broma a veces se podía dudar de la permanencia de la relación.

Ambos muy amigueros, tanto así que Javier se convirtió en un compañero más de todas las amigas de promoción de Fabiola, apoyándolas en el curso de matemáticas o dictaba clases particulares. Ya era parte de todo el círculo de amigos.

Una familia con mucho amor.

Ella se preparaba para terminar el colegio y empezar sus estudios de Contabilidad y posteriormente Maquillaje Profesional, él ya estaba formando su futuro profesional en Sistemas y Administración de Negocios.

En el año 1998, los papás de Javier reciben la residencia para radicar en Estados Unidos. La idea era, que toda la familia tendría que mudarse, pero Javier, tomó la decisión de quedarse en Arequipa por Fabiola, porque sabía que era la mujer de su vida y con quien ya tenía proyectos de casarse y formar una familia. No sintiendo temor a quedarse solo, tomó la gran decisión de continuar con sus anhelos por su primer y único amor.

Es así, que al tener ambos estudios universitarios culminados, deciden casarse. El 05 de enero de 2002 unen sus lazos de amor para siempre.

Son una pareja muy sólida, tuvieron 5 hijos, 3 de ellos son angelitos de Dios y los otros dos hijos son la luz de sus vidas. Precisamente por la solidez de su relación pudieron balancear los efectos de la pandemia en su hogar. Toda ama de casa, gozaba de la tranquilidad y confort de su hogar, porque los hijos estaban en el colegio y el esposo en el trabajo. Pero la COVID-19 cambió todo, las clases se llevaban en casa, el trabajo también de forma remota, Fabiola ya no se sentía cómoda en su hogar. Pero aún así, la comunicación prevaleció y modificaron muchas de sus actividades cotidianas y amoldaron la situación a sus vidas, llevando un control estricto de salubridad para cuidarse y proteger de los suyos. 

Actualmente con 19 años de casados viven el uno para el otro, cimentando su amor con su fe en Cristo: “A uno que prevalece contra otro, dos lo resisten, pues cordón de tres dobleces no se rompe pronto”, Eclesiastés 4:12  RVR95.

Operativos por el Día de los Enamorados

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