Arequipa

Scooby, el perro de Arequipa, falleció

30 de enero de 2021
Foto: Scooby era el perro más amado de la ciudad blanca.

El perro más emblemático de la ciudad blanca dejo de existir esta mañana por problemas de salud.

Scooby, el can más representativo de Arequipa, falleció por problemas de salud. El can deja un legado y un gran vacío en los corazones en toda la ciudadanía.

Mediante un pronunciamiento, La Asociación Amigos de los Animales de la Unsa, quienes estuvieron al cuidado del perro, dieron a conocer su deceso como consecuencia de su avanzada edad.

“Agradecemos a todas las personas que, en estos difíciles momentos nos han acompañado y nos acompañan. El dolor es muy grande, para quienes hemos estado cerca de Scooby, durante muchos años, hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para prolongar su vida. Lamentablemente el tiempo no perdona”, manifestaron.

De la misma manera, distintos gremios arequipeños se pronunciaron ante este triste acontecimiento, entre ellos la hinchada del FBC Melgar.

“Cual León en su dominio caminabas por toda la ciudad, todos te querían y te cuidaban. Hasta siempre Scooby, te convertiste en símbolo de Arequipa y de Melgar.”

Entre tanto, la cuidadora de Scooby, Sonia Choque Martínez, dio a conocer detalles a Diario EP acerca del deceso del can.

“Scooby ya sufría desde junio, todo empezó por una tos y a medida que pasaban los meses, empeoró. Llegó a pesar 40 kilos y por su avanzada edad que equivalía a los 98 años humanos, no pudo resistir más”, dijo.

Scooby estuvo por su condición en la veterinaria Mundo Perú a cargo de la Dra. Cecilia Pareto, donde en horas de la mañana de hoy, falleció.

EL PERRO DE AREQUIPA

Scooby era conocido como el perro de Arequipa, vivía en la Universidad Nacional de San Agustín, era muy habitual encontrarlo por la calle Mercaderes, en la esquina de Paucarpata con la avenida Independencia, en el parque “15 de Agosto” o cerca del puente Grau.

Estuvo con los arequipeños en las luchas como el proyecto minero Tía María y otras marchas de los estudiantes de la UNSA.

Todos los días se lo podía observar junto a quienes dormían en la portezuela de la Plaza de Armas o marchando con los protestantes por las calles céntricas. Siempre estaba en la primera línea de batalla.

Pero no estaba solo. Siempre estaba acompañado de sus fieles amigos, el “Negro” y la “Maruja”.

Desde el año pasado, el can sufría de sobrepeso que, con su avanzada edad derivo diversas enfermedades.

La Comunidad Agustina realiza coordinaciones para que sus restos permanezcan en un lugar especial de la Universidad.

Ronald Mito, creador de cómics en quechua

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