Columna

Gobernantes, dar una mirada prioritaria al agro nacional

7 de mayo de 2021

Por: Huber Valdivia Pinto

En estas circunstancias de cambio de los que van a conducir el destino del país, es relevante tener una visión clara sobre un sector olvidado, la agricultura. Son varias las razones para dar una mirada al área rural, donde se agudiza, la pobreza, el éxodo campo-ciudad y la evidente falta de todos los servicios necesarios para un mejor bienestar de la mencionada población.

Estas son las principales tareas que deben ser consideradas:

  • a) Reducir la brecha tecnológica que existen en nuestra agricultura, donde el potencial productivo de cada zona esta distante de la productividad actual.
  • b) Mejorar la infraestructura de soporte para la producción de alimento con un criterio de racionalidad.
  • c) Mejorar la cadena productiva, con el enfoque de Producción, Transformación y Mercado.
  • d) Desarrollar planes de desarrollo de capacidades, con énfasis en los Servicios de Extensión Agraria y Asistencia Técnica.
  • e) Plantear su buen uso del agua, reconociendo muchas técnicas ancestrales, así, con el empleo de técnicasde innovación tecnológica.
  • g) La búsqueda de mercado de mayor expectativa.

En el área rural es donde se siente más el abandono y que está vinculado a la pobreza y al empleo. Según el INEI, el empleo adecuado en la zona urbana es de 59,8 %, mientras que el área rural de 26,3 %. Entre las mas notables de las razones es la falta de apoyo a una agricultura competitiva en los sectores rurales, como los servicios necesarios de soporte a la producción, la infraestructura hidráulica, y las vías de acceso. No hay incentivos para que los jóvenes no emigren a la ciudad, generando el abandono de su lugar y de su familia. Y aumentado los cinturones de pobreza en las áreas urbanas.

En el país, las actividades extractivas impulsadas en los últimos años son la base de nuestra economía, pero estas no son las grandes generadoras de mano de obra. La agricultura bajo una nueva visión es la actividad que puede lograr altos niveles de competitividad y lograr una mejor distribución de los beneficios de nuestro país y el mejor medio para aliviar la pobreza en el campo.

LA INFRAESTRUCTURA

En cuanto a la infraestructura mayor, es necesario desarrollar o consolidar con prontitud los grandes proyectos hidráulicos en nuestro país, mencionamos algunos de ellos, Puyango-Tumbes, Alto Piura, Olmos, Chavimochic, Chinecas, Majes-Siguas, Pasto Grande, Tambo Ccaracocha, Yarascay-Aricota, cuyos avances son muy lentos, algunos de ellos pasan por segundas o terceras etapas, cuyo incremento de áreas o producción agrícola va a la zaga de la demanda de alimentos de los propios peruanos.

Los proyectos, de cualquier magnitud, incluyendo los pequeños represamientos o canales no solo deben estar vinculados a su construcción, sino debe comprometer entre sus inversiones, la infraestructura vial, educacional, de salud, agua potable, vivienda, demanda energética, desarrollo de los centros de procesamiento e identificar los canales de comercialización. Solo así se puede aprovechar los recursos invertidos.

Inversiones en pequeños canales o represa en las zonas altas, de poco sirven si no hay el complemento ya mencionado. Estos proyectos no solo deben estar vinculados a la producción, sino articulados a la transformación y comercialización. Al campesino hay que mirarlo como un pequeño empresario que vive en un entorno de gran potencial.

EL BUEN USO DEL AGUA CON FINES DE RIEGO

Una característica muy notable en nuestra agricultura, reportada por la Autoridad Nacional del Agua, ANA, de cada 100 metros cúbicos de agua que se dispone para la agricultura, solo 30-35 son utilizados por las plantas. Las grandes pérdidas son atribuibles a los embalses, a la infraestructura mayor de riego, a los canales de distribución y al manejo del agua de riego en los predios agrícolas. En este último espacio las pérdidas son sensiblemente mayores y no solo genera una menor oferta de agua a las plantaciones sino trae perjuicios a las mismas. También un riego ineficiente causa una alta infiltración que provoca problemas de salinidad y drenaje, en las partes bajas. Ejemplos muy claros los tenemos en los proyectos del Bajo Piura, Jequetepeque, Chavimochic, Olmos Chinecas, Majes, Pasto Grande, entre otros.

Son varios los factores que ocasionan una baja rentabilidad agrícola, y uno de las principales es el manejo del agua de riego, donde algunos consideran que involucrarse en técnicas o métodos presurizados llámese goteo es la solución, y no es tan cierta esta predica. Los métodos tradicionales por gravedad, llámense riego por surcos, melgas, también tienen sus bondades si es que los empleamos respetando todas las variables para buscar una buena eficiencia, tal como manejar una buena pendiente de acuerdo a la textura del suelo, buena longitud del surco o melga, un caudal no erosionable, en fin, técnicas que no requiere grandes inversiones y con buenos resultados.

En el extremo de nuestro país, en el norte, la oferta de agua es impredecible, que genera problemas a la agricultura, en varias temporadas, mientras que el sur es una zona de permanente escasez y de extrema aridez. Así mismo un espacio de mucha importancia es la zona andina, donde los problemas no son únicamente de agua, que ya es bastante, sino las condiciones climáticas extremas, donde la agricultura es una actividad de supervivencia, y aquí se concentra los más altos niveles de pobreza.

Estas limitaciones se acrecientan con una frágil infraestructura hidráulica, vocación equivocada de manejo cultivos en zonas que tienen otra predisposición, y una baja cultura del uso del agua, acompañada de la ausencia de planes de capacitación.

Los riegos modernos, presurizados, ofrecen muchas ventajas, cuando están vinculados a explotaciones agrícolas rentables, ya que su inversión es alta y requiere un manejo y mantenimiento del sistema, en nuestro país existe mucha experiencia sobre los malos manejos de proyectos hidráulicos con riego presurizados que han ocasionado problemas irreversibles en la parte baja de los valles, tal como los proyectos Chavimochic y Majes. No solo hay que invertir en obras mayores que garanticen el almacenamiento para momentos de escasez, o para épocas de estiaje, eso está bien, pero muchas veces en una relación beneficio/costo mejor es apostar por programas de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica con una participación del estado y de los sectores privados. La decisión de elegir un buen método no es garantía de rentabilidad si no va acompañado de un buen manejo tecnológico de los cultivos y el desarrollo de una buena gestión empresarial.

Se podría duplicar el área agrícola, en algunas regiones, únicamente disponiendo del agua actual. Algunas veces las construcciones de grandes represas no son la solución.

PROPUESTA DE PLAN INTEGRAL DE DESARROLLO

En la búsqueda una agricultura competitiva, con altos niveles de productividad, sustentable y equitativa, no solo se requiere el esfuerzo solitario del productor agrario o de las dependencias públicas vinculadas al sector agrario del estado, si no, que hay necesidad de involucrar a otros actores, así como de la empresa privada. Para este efecto hay que identificar las principales tareas en este Plan Integral de Desarrollo y asignarle las tareas a cada sector, tal como líneas de financiamiento, mercados competitivos, procesamiento agroindustrial, energía, innovación y tecnología en riego y cultivos, cadenas productivas, fortalecimiento empresarial.

En esta tarea del Plan Integral de Desarrollo, un mecanismo relevante es el desarrollo de capacidades, mediante la Extensión agrícola y Asistencia Técnica, esto va a permitir un acercamiento a los productores a un mundo competitivo, más aún cuando se tiene la globalización de la economía agrícola en el mundo.

Es necesario señalar que formación de una Cadena Productiva tiene como objetivo principal incrementar el nivel de ingresos netos de los productores agrarios, a través del mejoramiento de la competitividad de los negocios rurales y el encadenamiento productivo. Esto también incluye a los prestadores de servicios que están entorno a la actividad agrícola, pero su participación es relevante para lograr mejores niveles de productividad.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

  • En el país los niveles de productividad y competitividad agrícola son bajos, que ocasionan economías deprimidas, a pesar que existen gran potencial productivo.
  • Se muestra un leve cambio en la matriz productiva con cultivos de mejor respuesta a las condiciones edafoclimáticas y de mejor expectativa en los mercados competitivos, particularmente en la costa.
  • Existe tecnología, que no es extrapolada y no hay PROGRAMAS DE EXTENSIÓN Y ASISTENCIA TÉCNICA que acompañen al agricultor en su noble tarea de producir alimentos y tener mayores satisfacciones para su familia.
  • La Parte andina muestra grandes condiciones para la producción de cultivos orgánicos, Asia como la producción de berries (arándanos, frutilla, frambuesa, moras, que requieren horas-frío).
  • Hay significativas brechas entre la productividad actual y la productividad potencial, que puede mejorarse con los competentes de Buen Uso del Agua, Manejo de cultivos, y Capacitación y Gestión Empresarial.
  • Las inversiones en infraestructura, debe incluir enfoques integrales, manejando variables de servicio y complemento de apoyo a la producción agrícola.
  • Es recomendable que los métodos, instrumentos y técnicas de extensión agrícola ya validadas en el Perú, y aunado a otras experiencias foráneas sean extrapoladas a la realidad regional, de modo tal que con estas herramientas se tenga una base sólida para formular mayores propuestas de extensión agrícola, que coadyuven a la mejora de condiciones de vida de las familias rurales.

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