La gran tarea pendiente que deja la pandemia -cuando acabe-
A inicios de junio de 2021, se conoció la cifra de fallecidos por COVID-19 en el Perú, tras un sinceramiento, siendo 180 764.
La pandemia de la COVID-19 ha golpeado a los sistemas sanitarios de todo el mundo, en el Perú el impacto ha sido más cruel.
Una situación como esta, obliga a las autoridades a reformar el sistema de salud que en nuestro país tiene problemas estructurales desde hace décadas, uno de esos -quizás el más importante-, su fraccionamiento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Salud (Minsa) ofrece servicios de salud para el 60 % de peruanos, EsSalud cubre el 30 %; y la Sanidad de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, y el sector privado proporcionan servicios sanitarios al 10 % restante (cifras del 2011).
Para la especialista en salud pública de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), Magaly Blas, un sistema fraccionado es desarticulado e ineficiente. “Se gasta mucho en burocracia que mantienen cuatro subsistemas: Minsa, EsSalud, FF. AA. y PNP. Cada uno tiene sus estándares de administración y los servicios son diferentes”, indicó.
¿Cómo afectó el fraccionamiento en la pandemia?
Por ejemplo, en una familia con solo un miembro asegurado a EsSalud sí podía tener acceso a una prueba de diagnóstico, sin embargo, otros miembros sin EsSalud no se les tomaba la prueba. “No puedes hacer identificación de casos positivos, rastreo de contactos. No puedes saber información de cuántas camas UCI hay porque todo está fraccionado”, declaró la profesional.
“Creo que el fraccionamiento del sistema de salud ha probado ser dañino para enfrentar una pandemia como esta y la idea es que, si bien hubo intentos de articulación, esta pandemia nos enseña una gran lección que esto debe cambiar. Así como otros lugares que han tenido sistemas desarticulados y con un evento mayor se han tenido que unificar, el Perú debería aprovechar esta gran lección para unificarlos”, añadió Blas.
Propuesta
Una iniciativa ciudadana propone un nuevo primer nivel de atención integrado.
El objetivo sería unificar a los diferentes subsistemas de salud para que funcionen en una región como uno solo. Este nuevo primer nivel de atención debería adecuarse a las distintas realidades, debería ser gratuito y tener un seguimiento del paciente a lo largo del tiempo.
Esto, según la iniciativa ciudadana, conllevaría a un ahorro para el Estado, porque se invertiría en el primer nivel y ya no en trasplante renal para un paciente diabético que si hubiera sido controlado en el primer nivel de atención no hubiera llegado a necesitar un trasplante.
Para la implementación de esta propuesta se contempla, además de mejorar la recaudación, un fondo nacional de salud.
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