#MisionCultura

“Al que no ha aprovechado esta pandemia, fuiste, no habrá una segunda temporada”

19 de junio de 2021
Durante la premiación del concurso nacional de la Asociación Nacional Antenor Samaniego Samaniego, por el cuarto puesto logrado.

EN BUSCA DE UN MEJOR PAÍS CON PERSONAS CONSECUENTES

#YQuéHaríasTú?

El tráfico empieza a colmarse en la Plaza de Cayma, un concierto arrítmico de cláxones resuenan en las calles, de entre los coches, se asoma una cabellera larga de ébano, en sus manos trae un diploma y un libro, parece que sonríe, la doble mascarilla que usa no me permite tener esa certeza, pero por su mirada y el semblante que sus ojos disparan, creo que sí, que está feliz, “caramba hermanito, muchas gracias papacito”, me dice mientras golpeamos nuestros puños.

Por: Gabriel Herencia

Desfachatado, irreverente, pero fiel a su tierra, a su patria.

Soy Periodista señores, es la verdad, empecé mi carrera a los 17 más o menos, empecé y terminé, ahí tuve un poco de consecuencia, aunque estudié un año más, estudiando el inglés y un cursito más que jalé, me bachilleré a los 23 y me titulé a los 24, con mención en Periodismo y colegiado. El antiguo decano del Colegio de Periodistas, era mi jefe, lamentablemente ya falleció y lo recuerdo, a don Roberto Rivaños, que pucha, era un tipazo, periodista representativo de Arequipa.

  • Sí, un tipazo la verdad, le dedicaste una columna

Claro que sí, me acuerdo de usted don Roberto, donde quiera que esté.

  • Un saludo a don Roberto. Hermano mío, entrando ya a la entrevista, ¿qué momentos marcaron tu vida y ayudaron a construir lo que ahora eres?

Creo que un primer momento que me ha marcado, es haber leído “Cien años de soledad”, mi mamá me regaló el libro, a mis 11 años más o menos y al leerlo, qué locura. El que haya tenido la oportunidad de leer el libro, yo lo leí dos veces, porque yo creo que a los 11 eres un tipo de lector y a los 27 eres otro tipo de lector, creeme que me ha enamorado nuevamente, Gabriel García, es mi ídolo y tengo muchos ídolos literarios, pero Gabriel García fue esa puerta de entrada y la tenía bien loca a mi mamá, contándole de los personajes, de Buendía; ibamos desmenuzando la historia juntos.

Fue mi camino a la literatura, a mi me gustaban dos cosas, a donde iba, iba con mi mochilita donde tenía mis soldaditos y mi libro, toda la vida. Yo leía una hoja, dos hojas por día, pero el primer libro que terminé, conscientemente, fue “Cien años de soledad”, y me abrió las puertas a esto, que hago día a día, de repente de una manera no tan rimbombante pero que procuro llevarla a cabo.

Lector empedernido y casual escritor, García Marques es su referente literario.
Lector empedernido y casual escritor, García Marques es su referente literario.
  • Es muy bonito cuando a uno lo marca algo para bien, a mi también me marcó la literatura, ¿cuál fue tu segundo momento?

El segundo momento que ha marcado mi vida, creo que ha sido la muerte de mi viejo, porque, se me cayó el mundo, se desgrano todo el mundo cuando me enteré, y eso suena a que estábamos distanciados, llevábamos unos cinco días sin vernos, él estaba en la chacra y pasó, llamaron a la casa y fue muy jodido enterarme eso, es fuerte.

  • ¿A qué edad pasó eso?

Eso pasó en el 2015 y tengo inclusive un recuerdo fresco de eso, porque yo soy del Melgar, soy su hincha ojo, y ese año fue de sentimientos encontrados, se muere mi viejo y ese mismo momento, ese jueves, el Melgar estaba apabullando al Garcilaso en el Cusco, 4 a 0, para pasar a la final que posteriormente campeonó, en el año de su Centenario, ¡Vamos León!

  • ¡Bien! Jejeje regresando a tu segundo momento, ¿qué aprendiste de esa experiencia?

Hablar de un tema como la muerte, de por sí, es nefasto, pero yo creo que una parte de tí, también se muere con esa persona, se mueren los recuerdos, los momentos, las risas, las carajeadas, una parte de tí se muere y yo creo que ese 9 de diciembre, una parte mía también murió.

Mi viejo y yo, teníamos una relación locasa, en los últimos años de su vida, se volvió mi cómplice, él y yo no más sabemos las cosas que hemos hecho juntos, ahora lo extraño y cada que lo recuerdo, creeme que sería capaz de dar un brazo y tenerlo aquí y que me desahueve.

Después de la muerte de mi viejo, se destrozó mi mundo y eso me ayudó a madurar mucho, obtuve mi primer trabajo, era vigilante en una empresa, dormía ahí en la empresa y limpiaba baños y me pagaban bien. Saqué el bachiller sin él, el título también, y ya, ahora ando trabajando en un ambiente donde quiero explotar mi carrera profesional.

  • Momentos duros que nos marcan y que nos ayudan a crecer. Madurar como dices. ¿Cuál sería tu tercer momento?

Mi tercer momento es mi presente, porque no sabes que va a pasar al día siguiente, esa incertidumbre que te genera el volver a despertar, y saber que va a pasar, no lo cambio por nada, y si habría que ponerle un título, sería, “Esta maldita pandemia”, porque he logrado conocer y reconocerme en mi casa, porque antes era un tipo que iba a trabajar y seguir esa rutina de ir a trabajar y vivir socialmente; cuando empezó la pandemia, todo era casa, casa, casa; los primeros meses fue una locura; fue un reto, he logrado una confianza plena con mi madre pero después de estar un año y medio con ella en la casa y ahora, creo que esa confianza se ha convertido en amor puro y real, ahora yo vivo las cosas de mi madre, la he visto sufrir producto del trabajo, aprender este nuevo tema de la tecnología. En esos duros momentos me he reconocido y he vuelto a conocer a mi madre y hoy en día, a pesar de haber sido el momento más maldito de la historia contemporánea, ha servido para poder unir lazos familiares. El que no ha aprovechado esta pandemia, jódanse, no habrá una segunda temporada.

Ese ha sido un momento determinante no solo en mi vida creo, me parece que en la vida de todos, aquella persona que diga que no ha sido nada, está muy equivocada.

Un momentito por favor, que falta todavía el bonustrack.

Cómo se califica, un catador de atardeceres, pero de felinos gustos, en foto, con el gato Borges.
Cómo se califica, un catador de atardeceres, pero de felinos gustos, en foto, con el gato Borges.
  • ¡Ayayay! ¿Y cuál es?

Yo escribí antes, pero escribía para mí, no tenía las agallas para mandar algo que escriba yo y que otras personas lo vean, no me sentía en la madurez de mostrar mi producto y en el 2019, decidí romper ese tabú que me había autoimpuesto. Mandé un cuento a un concurso nacional en Lima, sin muchas aspiraciones, lo escribí, lo releí y lo mande, como a los dos meses, me llegó un correo electrónico donde me dijeron que estaba entre 10 finalistas de entre más de 350 personas. Y, me estaban invitando a la ceremonia en Lima, al final fui, porque son momentos irrepetibles en la vida de uno y bueno, estaba en el top 10, fueron llamando y cuando estaban en el sexto, me emocioné y ya, al final, inclusive todo el dinero que gané, me gasté en libros en Lima y al pasar, al quinto y bueno, en el cuarto puesto quedé, me faltó poquísimo para llegar al top 3 y la verdad, que me emocionó bastante. Para mi primera vez que postulaba, me sentí emocionado.

Ese es mi bonustrack, siempre es bueno romper un poco la claqueta.

  • Jajaja, ¡gracias! Después de pasar el bonustrack, llegamos a la parte final, ¿qué te gustaría mejorar en la sociedad peruana?

Lamentablemente tiendo a ser una persona pesimista, veo que la sociedad peruana se ha corrompido a niveles que, nadie sospechaba, soy de esas personas que cree que ve un nivel de corrupción superficialmente, nada más, he trabajo en lugares donde he visto cómo se maneja eso y bueno, nuestro trabajo pende de eso, entonces sin querer queriendo te vuelves cómplice y tienes que callarte. Mira, para que este país cambie, tenemos que cambiar nosotros, y la gente no está dispuesta a cambiar, una minoría sí, pero el resto no, este país, ha caído hondo en la corrupción y me da pena, yo amo este país, soy muy patriota, estando en el extranjero yo me enamoraba de nuestro país, yo soy esto, algunos traumaditos no aceptan de donde son, pero yo sí, orgulloso de mi Pisco, de mi Miguel Grau y creo que nos hemos olvidado que venimos de una cultura tan rica, por diferentes razones y no veo una manera de encaminar a este país. Creo que la única manera es, antes de dormir, preguntarse en la oscuridad de tu cuarto y preguntarte, qué estoy haciendo por mi país, por mi familia y en un acto arrojado, por decirlo así, procurar buscar un cambio partiendo desde mi ser.

Gracias a ti hermano, por darme la oportunidad.

  • Y tus agradecimientos, mándalos

Gracias a todos, a mi mamá, a mi viejo, que ya nos reencontramos algún día y un saludo especial a un tamalito.

Soy consecuente porque para tomar mis decisiones las he pensado”
Compartir


Leer comentarios